--Y pensar que, si no hubiera sido por Tele 5, usted se habría perdido el histórico Mundial de España...

--Lo he pensado todos y cada uno de los días que he estado en Suráfrica. Por eso les estoy tan agradecido.

--¿No le crea problemas de conciencia haber fichado por una emisora tan denostada por la cadena SER?

--En la SER hay muchos que son del PP y en la COPE sucede al revés. Que ideológicamente una esté en el centroizquierda y otra en el centroderecha no debería ser un problema para alguien que habla de deportes. Entiendo que el oyente de izquierdas tenga repelús a la hora de mover el dial a la COPE, como lo había en el oyente de derechas que nos escuchaba en la SER. A mí mucha gente me decía: "Es que yo de la SER solo puedo escucharos a vosotros". A lo mejor ahora nos lo dicen en la COPE.

--¿Pero ha sentido algún tipo de escrúpulo?

--Cargo de conciencia, ninguno. No hay ningún matiz ideológico ni político en la decisión. Lo que no haría nunca es irme a una emisora en la que estuviera un tipo como Jiménez Losantos.

--¿Le dolió que Losantos dijera que usted es "el Dioni de las ondas que se va a llevar el furgón de la COPE"?

--No, al contrario. Le estoy muy agradecido, porque cuando un extremista se mete contigo te coloca en el mundo de las personas normales, que están más o menos centradas. Es un halago que me ataque. Espero que continúe haciéndolo para que quede muy claro que no estoy en ningún extremo.

--¿Cuánto dinero hay en el furgón de la COPE? ¿Los 750.000 euros anuales que se ha publicado en internet?

--El mismo que en otras emisoras. En internet se dicen muchas tonterías.

--¿No demuestra todo esto que los medios están actualmente muy politizados?

--Nadie me ha dicho en la SER que hay que aplaudir a Zapatero, ni nadie me ha dicho al fichar por la COPE que tengamos que ir a misa todos los días. Pero entiendo que la percepción del público sea que los medios están cada vez más escorados.

--Usted, por ejemplo, ha fichado por una cadena que se ha distinguido por su anticatalanismo...

--Tengo dos amigos catalanes que me han llamado estos días y me han dicho: "¡Joder, la COPE! Es que en esa emisora no nos quieren". Entonces me acordé de una cosa que, aun a riesgo de romper un off the record, merece la pena contarla. En una comida con los Príncipes, el príncipe Felipe nos dijo: "Al final todo se reduce a que Cataluña quiere más cariño de España y España quiere más cariño de los catalanes". Cuando vean que hablamos del Barça igual que antes, comprobarán que no ha cambiado nada.

--¿Se siente como José María García cuando dejó enfadado la cadena SER?

--Nunca me he sentido como José María García en nada. Siento que formo parte de un grupo: no siento que sea líder en nada. Esa es la diferencia fundamental, aparte de muchas otras.

--¿Cómo está su contencioso con la SER? ¿Acabará en los tribunales?

--Está en manos de abogados, pero mucho me temo que acabará ante un juez.

--¿Cómo ha vivido Sara Carbonero la que se ha montado con Iker Casillas durante todo el Mundial a propósito de su relación de pareja?

--Me parece tristísimo que en España los medios se hayan hecho eco de lo que publicó la prensa inglesa. Y que Urbaneja no haya pedido perdón. Sara lo ha pasado muy mal, como es lógico. A Iker también le afectó que los medios atacaran a su novia. Ellos se han portado muy caballerosamente, porque era para haber pegado un corte de mangas cuando se besaron.