Ha sucumbido Pilar Soto al ataque de los insectos (La isla de los famosos 2 , A-3). Esta delicada señora, víctima de las minúsculas alimañas, ha pedido que la echen. Y la audiencia, que es misericordiosa, la ha complacido ampliamente. No se ha cumplido la advertencia que la lengua bífida de Jimmy Giménez-Arnau lanzó en la tertulia de Nuria Roca: contó que el otro día un "obrero de Repsol" le dijo: "Mire usted, yo trabajo como un negro y en un año no gano lo que ganan estos en un mes. De modo que yo les voto para que se jodan". O sea, que los "obreros" de Repsol también tienen corazón y se han apiadado de la pobre Pilar Soto. Además de ella, otra criatura de la isla se ha salvado de una muerte horrorosa: el galgo de Silvia Fominaya, ese perro llamado Plis , o si lo quieren en más fino, Please . Comunicó Silvia, de pronto, que se iba a casa porque se le había encabritado la úlcera de estómago. ¡Ah!, qué pintoresco: una señora con úlcera se apunta a un concurso de supervivencia en la selva. Está clarísimo: Silvia se ha marchado porque teme por su galgo. No es infundado el temor de la señora Fominaya: este galgo, aunque esquelético, hubiera acabado dando sabor a un humilde arroz a la cazuela.

Michel: "No puede ser". Eso es lo que repitió toda la noche el exjugador madridista Michel, mientras sucumbía el Real Madrid ante la Juve. Hombre, no es éste el papel que se espera de un comentarista de TVE. Ni una palabra acerca de la desastrosa actuación de Hierro. Ni un reproche al pifiado penal de Figo. Parapetado en el lamento "no puede ser", evitó comentar debacle tan evidente. Alguien le debería recordar que no se le paga para ejercer de cegato madridista desde un micro.