Los últimos meses no han sido nada fáciles para Terelu Campos, después de enfrentarse a una doble mastectomía, de abandonar Sálvame entre lágrimas y del disgusto por los comentarios de sus excompañeros por la venta de su casa. Pero ahora, ya recuperada, está disfrutando de las buenas críticas recibidas por su papel de Bárbara Valiente, la dictatorial jefa de Magüi (Belén Cuesta) en la tercera temporada de la comedia de Netflix Paquita Salas. «Rodar la serie ha sido un chute de salud, de moral y de energía», reconoce.

—Su aparición fue la gran sorpresa del final de la segunda temporada de ‘Paquita Salas’. ¿Esperaba estar en la tercera?

—Los Javis me escribieron para decirme que estaban escribiendo un papel para mí. Pensé que sería como la otra vez, que tendría una frasecita o dos, pero cuando vi que salía en dos capítulos... No es que me sintiera halagada, sino lo siguiente. Luego me dio miedo y pensaba: ¡Ay Dios mío, a ver si no lo voy a hacer bien! Porque soy mucho más vergonzosa de lo que la gente se imagina, y muy perfeccionista.

—Las críticas han sido buenas. La gente ha visto a Bárbara y no a Terelu.

—Todavía estoy sorprendida porque a mí no me había pasado esto jamás. Siempre tienes un cierto miedo cuando eres una persona muy mediática.

—Los Javis siempre han dicho que se inspiraron en usted para el ‘look’ de Paquita. ¿Le molestó?

--En absoluto. Cuando uno tiene un trabajo público, lo que tiene que desarrollar al máximo es el sentido del humor y saber las cosas que hieren y ofenden y las que de verdad son un agradecimiento y nunca una crítica.

—¿Se ha divertido en su papel de jefa tirana?

—¡Y tanto! Todos tenemos unos pequeños diablillos y demonios dentro. A lo mejor está mal que lo diga yo, pero me considero una persona buena, y poder desarrollar esa parte más perversa de uno mismo es muy gratificante. Te quedas en la gloria. A mí lo que me da vergüenza es hacer un papel de mí. En el momento que hago de otra persona, se me van los miedos y me siento más segura.

—En la serie, Los Javis escriben papeles que, aunque sean ficticios, se asemejan a la imagen que el público tiene del actor que lo interpreta. ¿Cree que la gente la ve como la soberbia Bárbara?

—No, yo creo que se inspiraron en actores, en el cine, en la televisión... Sin atreverme a comparar, creo que se inspiraron en el personaje de Meryl Streep en El diablo viste de Prada.

<b>—La nueva temporada de la serie habla de reinventarse. ¿Usted también ha tenido que hacerlo muchas veces?</b>

—Sí, yo creo que la oportunidad que nos da la vida es ir modificando las cosas y luchar por aquello que crees que te va a hacer feliz. En ese sentido, en cada capítulo Paquita Salas da una lección de algo, y por ende llega a la gente.

—Dice que su particular Paquita Salas es su hermana, Carmen Borrego.

—Carmen no es mi representante, pero cuando tengo que hablar con alguien, es siempre la que me echa una mano porque está acostumbrada a todo esto. Es la que me dice que si quiero hacer algo, vamos a pelear por ello, la que cree en mí... Así que lo más parecido a Paquita que tengo ahora mismo en mi vida es mi hermana.

—¿La veremos más temporadas como Bárbara Valiente?

—¡Ojalá! Yo estoy dispuesta a hacer lo que Los Javis quieran que haga en la vida. Ya les he dicho que quiero ser Bárbara Valiente el resto de mi vida.

—Los últimos meses han sido complicados para usted por sus problemas de salud y su repentina salida de ‘Sálvame’. ¿Ha sido ‘Paquita Salas’ lo mejor que le ha pasado?

—Desde luego, ha sido el regalo más grande para mí en este año tan difícil que he tenido por cuestiones personales de salud. Ha sido un chute de salud, de moral, de energía y de muchas cosas.

—La protagonista de la serie no se maneja nada bien con la redes sociales. ¿Se siente muy identificada?

—Yo soy un poco así. Además, no soy de las que retransmite su vida. A lo mejor estoy equivocada y me tengo que meter más en las redes. Pero cuando subo una foto, la primera que me llama para regañarme y criticarme es mi hija. Me dice: «¡Mamá, esto no se hace así, no has puesto hashtags! Déjame a mí, que lo voy a arreglar, que te tengo dicho que no hagas nada sin preguntarme».

—Tendrá que contratarla como ‘community manager’.

—Desde luego. Es que las redes son más de su generación, a mí me pilla más mayor. Y eso que sé que tengo que meter mano porque cuando uno tiene un trabajo público hay cosas que son bonitas de contar y a la gente también le gusta que compartas con ello.

—¿Tiene nuevos proyectos televisivos?

—Ahora mismo tengo reuniones y me imagino que en unas semanas podré decir algo. De momento, es mejor no menearlo.