En Extremadura hay algo menos de 10.000 personas obligadas a declarar en el Impuesto de Patrimonio, según los últimos datos de la Agencia Tributaria. Entre todos acumulan bienes que rondan los 4.500 millones de euros, lo que supone patrimonios de casi 470.000 euros por contribuyente. Esta riqueza les supone pagar por el impuesto poco más de nueve millones de euros en conjunto, es decir, tributan a un tipo medio del 0,21%.

La mayor parte de esta riqueza está constituida por el denominado capital mobiliario, que suma más de 2.800 millones, y en esta partida destacan los depósitos en los bancos, con casi 2.000 millones.

El otro epígrafe que suma mayor volumen es el de los bienes inmuebles, con 1.150 millones de euros, en el que sobresalen las casas y fincas urbanas, donde el patrimonio de estas personas supera los 978 millones, mientras que las tierras suman 171 millones. Coches, joyas y objetos de arte tienen poco peso, puesto que su volumen conjunto para estos declarantes supera por poco los diez millones de euros.

En cuanto a los ingresos por trabajo, ya sea en salarios o por actividades profesionales, el círculo de ricos extremeños es mucho más reducido, ya que apenas 257 personas (el 0,07% del total de contribuyentes) declaran ante Hacienda que sus ingresos superan los 150.000 euros por año.

Según Hacienda, este grupo de personas declara ingresos conjuntos que rondan los 70 millones de euros, con una media de más de 270.000 euros. Esto significa que sus ingresos suman lo mismo que los de los casi 30.000 extremeños que declaran rentas menores de 1.500 euros por año. En el total de contribuyentes por renta en Extremadura, los ingresos declarados suman 6.500 millones, a una media de 15.500 euros por persona y año.