Más de la mitad de los donantes (56,4%) superaban el año pasado los 60 años, el 32% supera los 70 y un 8,5% tenía más de 80 años. La edad máxima de un donante efectivo se sitúa en 91 años, lo que ha permitido este año realizar un trasplante. Solo un 14% de las donaciones tienen lugar con personas menores de 44 años y se reduce al 1,5% en el caso de los menores de 16 años.