Que tiene impedida o entorpecida alguna de las actividades cotidianas consideradas normales, por alteración de sus funciones intelectuales o físicas". Si nos remitimos al diccionario, casi todos somos discapacitados en algún momento de nuestras vidas. Pero hay quienes lo son en todo momento. En Extremadura, se estima que entre el 7 y el 8% de la población padece algún tipo de discapacidad, es decir, más de 70.000 personas. Los tipos son muy variados --desde un enfermo crónico o alguien que reciben un trasplante a quien presenta una deficiencia física, sensorial (como la ceguera) o intelectual--, así como sus consencuencias.

Así, por ejemplo, mientras que algunos sordos solo necesitan un audífono para las actividades cotidianas, como ir al médico, otros precisan un intérprete de lengua de signos. Por tanto, en el ámbito de la discapacidad no cabe generalizar, si bien hay algunos aspectos en los que coinciden la mayoría de las personas que se encuentran en esta situación. Así, a grandes rasgos, tanto los discapacitados extremeños como los profesionales de este ámbito consideran que esta cuestión ha mejorado ostensiblemente en los últimos años, a la vez que reconocen que aún existen bastantes carencias. Entre ellas, destacan las existentes en accesibilidad y empleo.

"Conseguir la plena integración laboral y aumentar el nivel de accesibilidad de calles y edificios, sobre todo en el ámbito rural, son ahora nuestros mayores retos", señala Jesús Gumiel, presidente de Cermi Extremadura, que aglutina a las principales asociaciones de discapacitados en la región. Como representante de estas personas, Gumiel valora positivamente la situación de los discapacitados extremeños, "pero manteniendo el espíritu reivindicativo; no solo para plantear cuáles son nuestros problemas, sino participando también en la búsqueda de soluciones".

De esto se ocupan los componentes del Consejo Regional de la Discapacidad, que reúne cada cinco o seis meses a los responsables de la Administración extremeña con los representantes de los discapacitados y los especialistas en su atención. Su objetivo es revisar y mejorar las actuaciones que se llevan a cabo en este ámbito. Pero hasta este punto el camino ha sido largo. Extremadura asumió las competencias en discapacidad en 1996, cuando le fueron transferidas desde el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso).

Inicialmente, fue necesarioabordar la discapacidad desdeuna perspectiva global. Así lo explicala responsable de Atencióna la Discapacidad de la Junta, MariLuz Madrigal: “Era necesariotransmitir a la sociedad en general(incluida la Administración,las asociaciones, las oenegés,etcétera) que había un colectivocon dificultades y los mismos derechosque cualquiera”. Para ello,se pusieron en marcha dos planesregionales de acción que incidían(sobre todo en el que seaprobó en el 2001) en mejorar losservicios de atención a discapacitadosen todos los ámbitos (educación,vivienda...).

Actualmente, esa visión globalya se ha extendido y se traduceen medidas específicas para favorecera los discapacitados en diversasáreas. Es el caso de la Consejeríade Educación, que tieneprevistas modalidades de escolarizaciónconcretas para “alumnoscon necesidades educativas especiales”,así como profesionales especializadosen atender a estos estudiantes.Otro ejemplo es el deIgualdad y Empleo, desde dondese diseñan políticas para fomentarla inserción laboral de los trabajadorescon discapacidad, incluidoslos incentivos económicosa su contratación.

MADEX / Más recientemente, laspolíticas extremeñas en este árease concretan en la puesta en marchadel Marco de Atención a laDiscapacidad en Extremadura(Madex), el año pasado. Este planpretende mejorar la calidad de losservicios de atención a la discapacidadque se prestan en la región,por medio de una serie de exigenciasa las entidades que los prestan.De este modo, una asociaciónque gestione, por ejemplo, una residencia,deberá cumplir unos requisitos(instalaciones, personal...)para lograr financiación pública.“Esto supone en muchos casosun esfuerzo inversor, que se vecompensado por los conciertosque la Junta firma con las entidadesacreditadas conciertos porcuatro años. De esta forma, tienenasegurado el respaldoeconómico durante este tiempoy no anualmente, como ocurríahasta ahora”, detalla Madrigal.Actualmente, 41 centros ya hanobtenido esa acreditación.

RECURSOS / En cuanto a los recursoscon que cuentan los discapacitadosextremeños, se clasificanen tres tipos: servicios, centrosy programas. En el primergrupo se incluyen las intervencionesde atención temprana,que van dirigidas a niños de ceroa seis años con trastornos de desarrolloo riesgo de presentarlos,así como a su familia. Tambiénlos servicios de habilitación funcional(logopedia, psicomotricidad,fisioterapia...), encaminadosa reducir cualquier disfunciónfísica, intelectual o sensorial, seencuadran en ese área.Asimismo, hay distintas clasesde centros para atender a los discapacitadosextremeños. En primerlugar, están los Centros deAtención a la Discapacidad deExtremadura (Cadex), dos unidades–una en cada capital de provincia–que prestan los serviciosde información, valoraciónorientación y tratamiento a laspersonas con discapacidad. Encuanto a la atención directa, estase presta en los centros ocupacionales,de día y residenciales.Los primeros son una alternativaa la actividad productiva, unade las necesidades más importantespara quienes no pueden incorporarseal mercado laboral, sobretodo discapacitados intelectuales.

Después están los centros de día,que atienden a las personas condeficiencia grave no pueden realizarpor si solos las actividades dela vida diaria. Por último, residenciasofrecen “apoyo extenso o generalizado”a los discapacitadosque también necesitan ayuda paralas actividades de la vida diariay no la reciben en su medio familiar.Incluso existe un “modulo familiar”,donde conviven los discapacitadoscon sus padres, cuandoestos alcanzan una edad a la queya no pueden atenderlos solos.La atención a los discapacitadosextremeños se completa con losprogramas complementarios.Aquí se incluyen iniciativas comoel apoyo a las familias de discapacitadoso Abierto por vacaciones,que organiza viajes para este colectivoen verano.FUTURO / Este esquema de atencióna los discapacitados, aunqueincompleto –son muchos los serviciospara este colectivo que gestionandiversas entidades, no solo laJunta– ofrece una idea de los recursoscon que cuenta Extremadura.Se trata de un ámbito en el queprogresivamente ha aumentadola inversión (casi 20 millones deeuros, en el caso del servicio deAtención a la Discapacidad) y losmedios y en el que, según Madrigal,“la demanda está razonablementebien cubierta”.

¿Cuáles son entonces los retosde futuro? Según los implicados,muchos todavía. No solo aquellosque Gumiel identifica rápidamente–accesibilidad y empleo–, sinotambién otros nuevos como el“progresivo envejecimiento de estesector de la población, al ir enaumento su esperanza de vida”,que señala la responsable de Atencióna la Discapacidad. Pero, sobretodo, uno, el que reclaman lospropios discapacitados: la plenaintegración social. “Y que dejen demirarnos raro”.