Cada 15 de noviembre es un día importante para las personas que integran la decena de Asociaciones de Alcohólicos Rehabilitados (Alrex) que hay en Extremadura. Si no hubiera pandemia, todos ellos estarían de celebración. Compartiendo experiencias y difundiendo en la calle el mensaje claro que lanzan cada año en el Día mundial sin alcohol. «Es un día para hacer una llamada social a la reflexión, para exponer que la problemática etílica está ahí y que es un problema de primer orden», cuenta Francisco Guerrero, presidente de Alrex Don Benito. Él acudió allí hace años en busca de ayuda y ahora es uno de los que la ofrece a los demás.

Este colectivo es una pieza clave en la recuperación de los enfermos alcohólicos. Cada año ponen en marcha, con una subvención del SES, un programa de prevención de conductas adictivas en el que se realizan tareas de sensibilización y promoción de la salud para la población en general, pero también cada semana realizan terapias grupales que son vitales para las personas en tratamiento y sus familias. «Nuestro objetivo principal es reducir el consumo de alcohol y el riesgo de generar su adicción, mejorando así la calidad de vida de nuestros usuarios y sus familias», explican.

¿Cómo se consigue? «El grupo terapéutico es el referente, ahí es donde el enfermo hace un papel en espejo, como se llama en psicología, donde el paciente identifica su problema y lo hace suyo. El tratamiento individual se queda corto y no cumple sus fines últimos de rehabilitación piscosocial y reinserción social plena». Y eso es lo que sí logran las terapias grupales de Alrex Don Benito, que fue de las primeras asociaciones creadas en la región, en el año 1982. Desde entonces, este colectivo en concreto ha atendido a más de 2.500 personas con problemas de alcohol y también a sus familias.

El perfil más habitual del persona que llega en busca de ayuda está entre 35 y 45 años de edad, con «un consumo excesivo regular y que pierde el control de forma ocasiones, fines de semana o festivos principalmente», explica la trabajadora social de Alrex Don Benito, que también cuenta con un médico especialista en alcohol y una psicóloga. Además de la edad, entre los que llegan a Alrex destaca el perfil masculino. «El consumo de alcohol en las mujeres ha sido siempre doméstico y oculto, pero las jóvenes están cambiado ese perfil. Hoy beben socialmente acercándose cada vez más al patrón masculino. En algunos grupos terapéuticos el porcentaje de mujeres está en torno al 40%. También el acercamiento a nuestros servicios es más normativo hoy, por eso estamos llegando a un porcentaje de cerca del 39% de afluencia en consultas y grupos terapéuticos», señala.

Más allá de los pacientes, desde colectivos como Alrex trabajan para toda la sociedad y recuerdan que el alcoholismo es un problema de primer orden y, junto con el consumo de tabaco, «está a mucha distancia del resto de las adicciones ilegales».