Ana no baja de su habitación sin un poquito de color en las mejillas, sombra azul y la "rayita negra", aunque solo vaya a tomar la medicación por su falta de apetito. Pero no le falta vitalidad, pese al garrote. Va a las ´escuela´ en la residencia Cervantes y se apunta a todo lo que haya, cuentacuentos,... "Siempre se puede aprender algo". "Soy coqueta, divertida y muy crítica, por eso todos aquí se quieren venir conmigo".