"Se nos ha acabado el puente en Madrid. Porque mañana nos va a tocar estar otra vez aquí". Pedro e Isaac lo dicen con cara de fastidio pero sus mujeres, Arancha y Conchi, se sienten en la misma gloria. Son dos jóvenes matrimonios de Alicante que han ido a Madrid para ver Hoy no me puedo levantar , el musical de Mecano. Llegaron a la capital a las tres de la tarde y sólo les dio tiempo a comer y darse una vuelta. Lo que les cambió los planes fue un SMS a las ocho de la tarde con las palabras "Leti, ingresada. Que lo dice la tele". Lo enviaron las amigas de ellas.

Arancha y Conchi son peluqueras y se escudan en su profesionalidad para justificar porqué están a las puertas de la clínica Ruber y bajo la lluvia en vez de estar conociendo la noche madrileña con sus parejas: "Es que en el salón, además de peinar, se comentan mucho los cotilleos, las revistas y esas cosas. Y no nos lo íbamos a perder. Nos quedamos hasta que los maridos nos dejen". Mientras, Pedro da pataditas en el suelo y jura que no se va a quedar mucho porque su idea es visitar esta mañana El Escorial y comerse un cochinillo antes del teatro. "Ya verás, tío, como mañana nos tocará volver", contesta Isaac al ver que su mujer le mira de reojo.

Entre el centenar de periodistas y curiosos --algunos con regalos para el bebé--, hay varios aficionados a la obstetricia y a las apuestas que opinan cuántas falsas alarmas son normales en una madre primeriza. "Si ya la monitorizaron la primera vez, ésta será de verdad", sostiene Araceli, una señora que ha salido de misa de ocho en una parroquia cercana y, al ver mucho agente de policía, ha decidido quedarse. Su amiga, en cambio, no lo tiene tan claro. "De éstas todavía pueden haber varias. Yo me quedo hasta las diez, que los tengo en casa sin cenar".

Las diez también es la hora tope de Susana, Ana y Cristina porque tienen 13, 12 y 10 años y sus madres no les van a permitir que trasnochen. Después de un tira y afloja, negocian hasta la medianoche pero la madre de las dos más pequeñas va a acercarse hasta casa para hacerles unos bocadillos y volver. Acaban de descubrir quién es Letizia porque viven en Bélgica y su madre no les deja leer el ¡Hola! Ayer pudieron hojearlo y exclamaron: "Es más guapa de lo que creía".