En Austria, la energía nuclear para uso civil es ilegal. Un referendo paralizó en 1978 la construcción de la que iba a ser la primera planta atómica, Zwentendorf. Tras Chernóbil, Italia votó también contra las nucleares. Cerró las que estaban en funcionamiento y, desde entonces, se suministra de petróleo y gas. Tampoco Portugal y Noruega las tienen, aunque son dos países fuertemente dependientes del petróleo.