La Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) de Extremadura no duda en calificar la subida del IVA como "un golpe" para ellos, por el freno del consumo que supondrá y que se suma a la falta de liquidez y las dificultades financieras a las que se enfrentan "diariamente". Para Candelaria Carrera, secretaria de esta organización, es necesario aliviar la carga fiscal que soportan estos empresarios, puesto que la rebaja del Impuesto sobre Sociedades para pymes y autónomos --que estén en el IRPF-- que mantengan o creen empleo y la establecida en el sistema de tributación por módulos se van a ver solapadas por la subida del IVA.

En cambio, desde la Confederación de Entidades para la Economía Social (Cepes) de Extremadura, José Alberto Hidalgo no considera que la medida vaya a afectar de forma muy negativa a este sector. "Nosotros más que nada somos recaudadores de IVA para el Estado, nuestros servicios y productos llevan repercutido este impuesto en la factura del cliente", considera añadiendo que no piensa que vaya a haber una caída de la facturación por el sobrecoste: "creo que es un aumento perfectamente asumible por parte de los ciudadanos".