El profundo desencuentro entre el PNV y el PSE favoreció ayer el segundo gran triunfo de Bildu en Euskadi tras el del 22-M. La coalición soberanista se hizo con el Ayuntamiento de San Sebastián y 90 consistorios más, algunos de ellos tan emblemáticos para el PSE como el de Lasarte o para el PNV como el de Tolosa, ambos en Guipúzcoa. Precisamente, la diputación de esta provincia pasará en las próximas semanas a estar controlada por la entente formada por Alternatiba, EA e independientes aberzales, ya que los socialistas descartaron ayer "absolutamente" apoyar al candidato del PNV.

Esta decisión ya había sido anunciada como la consecuencia lógica de la negativa peneuvista a participar en una alianza que mermara el poder de Bildu, pero ayer el tono fue mas severo. El poder municipal de los socialistas vascos quedó reducido a ocho ayuntamientos y su portavoz, José Antonio Pastor, culpó de ello al "pacto vergonzoso e irresponsable" del PNV con la coalición para montar "un frente antisocialista en Euskadi".

ENTUSIASMO SOBERANISTA El enfado de los socialistas vascos contrastó con el entusiasmo de los soberanistas, que arroparon a sus nuevos alcaldes. El de San Sebastián, Juan Karlos Izaguirre, fue incluso vitoreado al grito de "independencia". Algunos de esos ayuntamientos, el de la capital guipuzcoana entre ellos, tendrán gobiernos en minoría. Y es que, a pesar de que el PSE insistió en la existencia de un pacto oculto, la rivalidad del PNV y Bildu cara a las próximas elecciones autonómicas no ha hecho más que comenzar.

De hecho, los peneuvistas también sufrieron la llegada de los soberanistas en lugares donde el 22-M fueron la candidatura más votada. Aun así, el partido que preside Iñigo Urkullu gobernará más de 90 ayuntamientos, 58 de ellos con mayoría absoluta, como es el caso de la capital vizcaína, Bilbao.

El Partido Popular contó con la presencia de Mariano Rajoy en Vitoria. Es el único gran ayuntamiento que los populares dirigirán en una autonomía donde su poder municipal es muy limitado. No obstante, su declarado propósito de impedir gobiernos de Bildu llevó al único edil conservador de Elorrio (Vizcaya) a votar, entre insultos, al PNV. Distinto fue el caso de Lanestosa (Vizcaya), donde los concejales del PSE votaron al candidato de Bildu para arrebatar la alcaldía al PNV. La dirección socialista precisó que son dos independientes a los que no se había podido convencer y a los que se les exigirá la entrega del acta.

Estos son solo dos ejemplos de esa prolífica casuística propia de jornadas como la de ayer, en la que, por vez primera en mucho tiempo, la constitución de los nuevos ayuntamientos vascos estuvo exenta de incidentes.