La Comisión Europea enterró ayer el Eje-16 propuesto en el año 2003 y aprobó el corredor transnacional Lisboa-Estrasburgo, que pasará por Extremadura y utilizará la plataforma que se está construyendo para el AVE. Esta línea, considerada prioritaria por la UE, contará con una financiación de entre el 10 y el 20% del presupuesto total, lo mismo que el resto de trazados aprobados ayer por el Ejecutivo comunitario. La previsión del Gobierno es que estén todas las líneas en funcionamiento en el 2020, diez años antes de la fecha tope dada por Bruselas.

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Para el Ministerio de Fomento, esta decisión la UE "refuerza el papel de Extremadura en la Red Básica de Transportes", tesis que no es compartida por la Junta de Extremadura, cuyo presidente la considera "una puñalada trapera" a la región al entender que lo que debía haberse contemplado como prioritario es el trazado que une Badajoz-Mérida-Puertollano y no el aprobado por la Comisión.

La red básica de transportes --estos proyectos son los que tienen carácter prioritario-- a la que Bruselas dio ayer en visto bueno tiene dos ejes transeuropeos para España: el Eje Mediterráneo, formado por los corredores Mediterráneo y Central; y el Eje Atlántico, que incluye los corredores Atlántico, Cantábrico-Mediterráneo y el Atlántico-Mediterráneo. La inversión española en los mismos es de 50.000 millones de euros.

Este último corredor, que parte del puerto de Sines y tendrá acceso a Lisboa, ha sido ampliado por el Ministerio de Fomento, con el fin de que las mercancías que lleguen a Madrid desde Portugal y Extremadura pueden exportarse a Francia enlazando en Valencia, Zaragoza o Valladolid con los ejes que discurren por esas capitales, y que tienen salida por Irún o Perpiñán.

CORREDOR EXTREMEÑO

El corredor Atlántico-Mediterráneo conecta, desde Valencia, el Mediterráneo con la meseta central y la frontera portuguesa, atravesando las comunidades de Valencia, Castilla-La Mancha, Madrid y Extremadura, y llegando a Lisboa y el puerto de Sines en Portugal, según informó ayer el ministerio.

Según el mapa facilitado por Fomento, este corredor ferroviario conecta en la red básica para viajeros las ciudades de Valencia, Cuenca, Madrid, Cáceres, Mérida y Elvas/Badajoz; mientras que, en el caso de las mercancías, conecta Valencia, Albacete, Alcázar de San Juan, Madrid, Cáceres, Mérida y Elvas/Badajoz, coincidiendo parcialmente con el corredor Central en el tramo entre Alcázar de San Juan y Madrid.

Asimismo, en la red global (esta no es prioritaria y no contará con financiación comunitaria) se contempla el trazado de conexión entre Valencia de Alcántara y Cáceres; entre Mérida, Puertollano, Ciudad Real, Manzanares y Alcázar de San Juan; así como la conexión entre Motilla del Palancar y Albacete.

La inversión total en el corredor Atlántico-Mediterráneo se eleva a 6.025 millones de euros, de los que 3.000 son para la línea Madrid-Frontera portuguesa. Este desembolso, según el ministerio, ya se contemplaba en las actuaciones para la línea de Alta Velocidad, ya que el corredor central se construirá con doble vía y será de tráfico mixto (viajeros y mercancías).

La decisión adoptada por la Comisión Europea, que debe ser respaldada por el Parlamento Europeo y luego ejecutada por el nuevo gobierno que salga de las urnas el 20-N, generó a lo largo del día controversia en Extremadura, ya que inicialmente se señalaba que había sido aprobado el Eje-16 en el tramo que va de Algeciras a Zaragoza (la CE ha rechazado por ahora construir un túnel en Canfranc para atravesar los Pirineos debido a su alto coste), pero no el que discurría por Extremadura.

La información llegada desde Bruselas fue matizada por el Ministerio de Fomento, que aseguró que siempre se ha hablado de que era prioritario el trazado actual Badajoz-Cáceres-Madrid y no el que va por el sur de la región. A partir de ahí hubo una 'guerra de mapas', ya que el Ejecutivo autónomo utilizaba el que colgó la Comisión y en el que no figuraban trazadas las líneas ferroviarias con la misma precisión que Fomento las defendía.

El ministro José Blanco indicó que lo que su departamento señalaba era exactamente lo que Bruselas había aprobado y que a partir de ahora España pasaba página al modelo "radial" de infraestructuras para acometer "una red mallada" que cohesione el territorio basada en "la eficiencia económica y en la sostenibilidad ambiental".

Sin embargo, tanto desde la Junta como desde el PP continuaron defendiendo que el corredor Atlántico-Mediterráneo no tenía nada que ver con lo que el ministro les había planteado en las reuniones mantenidas entre ambos ejecutivos, y a las que también habían asistido los presidentes de Andalucía, Castilla-La Mancha, Madrid y Aragón.

En dicha reunión, Blanco defendió que el Eje-16 era prioritario para el Gobierno, pero que también lo eran el resto, proposición que los presidentes autonómicos aceptaron.

La Junta sin embargo no valora ahora igual que el ministerio la posibilidad de que el nuevo trazado permita a la región engancharse a otros corredores, defendiendo que en el proyecto inicial del Eje-16 la salida de mercancías desde Portugal y desde Extremadura se harían directamente hacia Zaragoza y ahora es necesario hacer 'trasbordo' en otros corredores.