Si Alemania, como ha anunciado su Gobierno, aspira a poder cubrir con ingenieros españoles el déficit de profesionales cualificados que sufre su economía, no menos exigente se muestra Portugal. El mercado laboral luso está abierto a la contratación de mano de obra en España, siempre y cuando se trate de médicos, enfermeros, diseñadores gráficos, cocineros e ingenieros agrícolas. Es decir, trabajadores muy especializados.

Precisamente ese es uno de los retos a los que se enfrentan los servicios públicos de empleo en este momento. Mientras que las empresas demandan ocupaciones muy específicas, los trabajadores se ofertan para puestos genéricos o de baja cualificación. Así lo pone de manifiesto el Informe Ibermovilitas. Estudio para la detección de ocupaciones laborales con posibilidad de movilidad transfronteriza entre Extremadura y Portugal , que ha tratado de aportar luz sobre posibles focos de empleo en los municipios de frontera de Extremadura (donde hay más de 122.000 personas en paro), Región Centro (99.200) y Alentejo (42.800).

Así, entre las profesiones que podrían ocupar los ciudadanos extremeños en territorio luso están las ya citadas de ingenieros agrícolas y personal sanitario. "Muchos colegiados se han habilitando en los últimos años para poder trabajar en el país vecino, donde existían oportunidades porque allí no cuenta con nuestra especialización. Actualmente más que demanda directa, se trata de oferta: titulados dispuestos a trabajar allí", explican desde el Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Extremadura.

"Sigue existiendo un volumen de ofertas para contratar facultativos españoles en Portugal, aunque en los últimos años ha disminuido el número de profesionales con voluntad de marcharse para ocupar una plaza fija, pese a que las condiciones laborales y salariales son mejores que aquí", apunta Carlos Arjona, presidente regional del Colegio de Médicos. "Actualmente hay muchos médicos extremeños que se trasladan uno o varios días por semanas a municipios próximos a la frontera de Portugal para atender consultas o para realizar horas extras, que están mucho mejor pagadas", agrega. Tanto es el interés de las clínicas de salud y la administración lusa por estos profesionales que incluso les pagan la formación para que aprendan el idioma y, en algunos caos, también los traslados desde el lugar de residencia al de trabajo.

Y cocineros, camareros...

Otro sector donde, según Ibermovilitas, es posible encontrar un empleo es en la hostelería, tanto en Portugal como en Extremadura. Y especialmente en lo que se refiere a cocineros, camareros y ma®tres . "La situación está ahora un poco más parada, pero es cierto que cuando un empresario quiere encontrar camarero o cocinero, le resulta complicado. Opciones de trabajar en el sector existen, lo que pasa es que las condiciones laborales son duras: los horarios son amplios y los días más fuertes son los fines de semana y los periodos vacacionales", advierte Carlos Bernáldez, secretario general de la Confederación Regional de Empresarios del Turismo.

Además se detectan oportunidades en ámbitos de alta cualificación como diseñadores gráficos, para Alentejo, o montadores de muebles, técnicos de tableros laminados y técnicos de barnizados, así como comerciales con conocimientos en exportación y dominio del portugués y el inglés. En el caso del mercado laboral extremeño, el estudio apunta la necesidad de ingenieros de caminos, ópticos de clínica, oficiales electricistas y administrativos de obra civil para la comunidad autónoma.

Pero el informe, realizado por la consultora Dopp, va más allá y avanza cuáles pueden ser los itinerarios formativos que abrirán nuevas puertas de empleo en un futuro a corto plazo. Así, además del turismo rural en el entorno de Alburquerque y Valencia de Alcántara, sugiere la futura necesidad de técnicos en actividades náuticas en la zona del embalse de Alqueva. "Ahí también serán necesarios ingenieros agrónomos, para desarrollar los proyectos de regadíos. Ahí tenemos perspectivas", reconocen desde el Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos.