El ultimátum del Gobierno a las cajas, dándoles hasta otoño para elevar su capital básico (el que prueba más solvencia y capacidad de absorber pérdidas) hasta un 8% sin precedentes en el mundo, ha sentado como un mazazo al sector. Las entidades más débiles se sienten abocadas a malvender sus mejores activos, captar inversores privados a precios de saldo o emprender nuevas fusiones indeseadas para evitar ser nacionalizadas parcialmente por el Estado. Y aun con todo, dan por seguro que más de una no tendrá más remedio que acudir al rescate público.

Las cajas temen que, pese a que la crisis de la deuda ha remitido un tanto, los inversores no quieran aportarles los recursos que necesitan en tan corto plazo de tiempo. "Salvo cuatro o cinco sobre un total de 17 que están claramente por encima del 8%, el resto tendrá que ir al mercado de capital, que no está para admitir mucha oferta de cualquier cosa con la marca España", apuntan fuentes del sector.

ESPECULADORES Algunas entidades son más optimistas sobre la demanda, pero no sobre las condiciones. "Hay interesados, otra cosa es el precio que se va a poder exigir pagar a los inversores si salimos todos al mercado al mismo tiempo", apuntan en una de las cajas que más recursos van a tener que captar. "Es probable que algunas entidades que no puedan capitalizarse por sí mismas se vean forzadas a sumarse a algunas de las operaciones de fusión que ya están en marcha", rematan.

Un alto directivo de otra entidad también ve el terreno abonado para los especuladores. "Los inversores pueden apostar a la baja contra los bancos en bolsa durante seis meses, para bajar el precio objetivo de todo el sector financiero, y así entrar luego en las entidades a precios de saldo, cuando estas necesiten capital", advierte. Las entidades, de hecho, vivieron ayer una jornada negra en la bolsa. Con todo, la patronal de los bancos, la AEB, apoyó el "avance" que supone el plan del Gobierno en el "deseable" objetivo de reestructurar las cajas y consideraron "perfectamente asumible" los 20.000 millones de euros que según el Ejecutivo necesitarán las entidades.

Otra de las opciones es vender activos de su negocio o participaciones industriales. Pero está extendida la idea de que al final algunas tendrán que ser rescatadas por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancario.

ESCALONADO La vicepresidenta Elena Salgado reconoció ayer que a la "mayoría" de las cajas se les exigirá un capital mayor del 8%, porque reúnen las condiciones que ha fijado para ello (una financiación mayorista que supere el 20% de la total y no cotizar o tener una presencia significativa de inversores).

Algunas cajas especulaban ayer con que ese nivel adicional podría ser del 8,5% y otras lo elevaban al 10%, pero el Banco de España aseguró que no lo tiene decidido. Eso sí, fuentes del Ministerio de Economía apuntaron que, en contra de lo que parecía en la víspera, no habrá un nivel único para todas las cajas, sino que habrá distintos escalones según el nivel de privatización y de dependencia de los mercados de financiación.