Si el lunes fue un día de viento y lluvia, ayer, el cielo se abrió para quedar completamente despejado y permitir que el desfile de los Reyes Magos transcurriera con normalidad en Plasencia, eso sí, con mucho frío.

Pero no hubo que salir corriendo, ni que llevar paraguas y todas las actividades programadas se realizaron para disfrute de pequeños y mayores y para satisfacción del concejal de Festejos y de sus Majestades de Oriente, que salieron a las 18.35 horas desde el ferial del Berrocal con destino a la plaza Mayor.

La banda de la OJE abrió la cabalgata y los Reyes desfilaron en tres vistosas carrozas y rodeados de pajes. De nuevo, desfiló una cuarta carroza, cedida por el ayuntamiento a las asociaciones de vecinos y en la que destacaba una gran luna en tonos morados. Detrás, miembros de un grupo scout y del motor club Ruta de la Plata, también con niños que tiraban caramelos.

No faltó la vigilancia, para evitar que ningún niño se acercara demasiado a una carroza, con 16 guardas de seguridad privados, ni tampoco el acompañamiento de Protección Civil. En esta ocasión, se han lanzado unos 2.500 caramelos y este año en el envoltorio se podía leer claramente la inscripción de que no contienen gluten ni lactosa.

Los Reyes desfilaron por El Berrocal, la avenida de Salamanca, de La Salle, Alfonso VIII y la calle Talavera, por la que llegaron a la plaza Mayor, donde les esperaban multitud de niños y padres.

En la plaza, desde el inicio de la cabalgata, hubo animación infantil para evitar que los pequeños se aburrieran. No faltó la música ni muñecos como Bob Esponja, Dora la Exploradora, Peppa Pig o Pocoyó. Tampoco la música, a cargo de Santos Music.

Como manda la tradición, el alcalde recibió a los Reyes, quienes, desde el balcón del ayuntamiento, dirigieron unas palabras a los niños y la fiesta terminó con un video mapping , la proyección de imágines infantiles y de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, sobre la fachada del ayuntamiento.