Al menos cinco personas resultaron ayer heridas y otras 50 fueron detenidas en la protesta contra la guerra de Irak, que se celebró en Atenas, coincidiendo con la cumbre europea. Pese a un despliegue policial sin precedentes, la protesta degeneró en violentos incidentes cuando los manifestantes intentaron acercarse al Palacio de Zappion, donde estaban los dirigentes. Grupos violentos destrozaron escaparates, paradas de autobús, lanzaron cócteles incendiarios a la policía; y atacaron la Embajada de Gran Bretaña y la sede de British Airways.