Como ocurre en Extremadura, la mayoría de las zonas productoras de tabaco en Europa son áreas rurales y están declaradas como Objetivo 1 (objetivo preferencial para las ayudas comunitarias) por la UE. Según el presidente de Unitab, Tomás Sánchez Várez, el cultivo de tabaco es la principal actividad económica de estas comarcas. De él dependen, por ejemplo, los ingresos de más de 12.000 familias extremeñas vinculadas al sector de forma directa (entre explotaciones, industrias transformadoras y empresas auxiliares). A esto hay que sumar los jornales generados durante las campañas de sembrado y recogida así como su aportación a la riqueza de la zona (consumo en sector servicios, industrial...).