El sistema piramidal sigue en parte la base del cuento del Maharajá indio. El Maharajá quiso premiar a su criado y éste, de forma modesta, le pidió los granos de arroz que hubiera en el cuadro 64 del tablero de ajedrez después de que pusiera un grano en el primer cuadro, el doble de la cantidad anterior en el siguiente y así sucesivamente hasta completar los 64 cuadros del tablero. El resultado final ofrece una cantidad astronómica.