Se recurre a dos escenarios, ambos improbables. En primer lugar, a un ´escenario tensionado de referencia´. Si bien parte de las variables macroeconómicas proporcionadas por las autoridades europeas, incorpora elementos de tensión muy significativos, aplicados sobre los parámetros utilizados para calcular los deterioros. Asimismo, se aplica una tensión muy intensa sobre la cifra del margen de explotación. En segundo lugar está el ´escenario tensionado adverso´, peor incluso, que considera una reducción del PIB español de 2,6 puntos porcentuales acumulados en el período 2010-2011, adicionales a los 3,6 de caída registrados en el 2009. Esta hipotética contracción está muy lejos de las previsiones actuales, tanto de los diferentes organismos nacionales e internacionales, como de los analistas privados.