Las familias de los tres extremeños heridos en atentado en Irak se enteraron de la noticia por las novias de sus hijos u otros familiares, pues Defensa no les avisó, según manifestaron sus padres a EL PERIODICO.

Paula Gemio, madre del cabo pacense César Darío Perez, contó que en un principio "nos asustamos, sin saber qué pasaba, hasta que hablamos con él y nos tranquilizó; hoy ha vuelto a llamar y lo hemos visto en televisión". Los padres trabajaban cuando César llamó por teléfono y habló con su hermana hacia las seis de la tarde, "pero mi esposo recibió la noticia del atentado en el móvil, sin saber que era él".

Defensa, afirmó Paula, no se puso en contacto con ellos, sólo ayer recibieron una llamada, pero de Bótoa. César tiene 25 años y se casará en septiembre. Su madre dijo que "deberían estar aquí, no tenían que haber ido, eso es una guerra entre ellos".

Francisco Galán, padre del soldado pacense del mismo nombre, se enteró cuando les llamó la novia de su hijo, que es amigo del primero y ambos marcharon juntos. De hecho, la novia de César habló con la madre de Francisco para decirle que estaba bien. Su padre contaba ayer que "estamos destrozados", aunque el hijo, de 22 años y con 3,5 de servicio, "está tranquilo".

No obstante, aseguró que "su madre está deseando que vuelva, pero él fue porque quiso, es mayor de edad y sabe lo que hace". Francisco confirmó que tampoco ellos recibieron aviso de Defensa, pero por la noche fueron a Bótoa, "nos trataron muy bien y pudimos hablar con él".

Por su parte, la familia del soldado cacereño Sergio José Ramos, que reside en Moraleja, se enteró del atentado a través de la novia del joven militar, que también se encuentra en Irak como componente de la Brigada Extremadura --se conocieron hace cinco años en la base pacense--. Fue Fátima --así se llama la joven, natural de Llerena--, quien avisó por teléfono a Ana María, madre de Sergio José, para explicar lo que había ocurrido y la situación del joven, que se encontraba fuera de peligro.

"Fueron momentos de confusión y lo pasamos mal, los medios de comunicación estaban dando la noticia pero no sabíamos qué había ocurrido realmente, además mi hijo me había llamado por la tarde como cada día, lo que pasa es que no me había contado que estaba herido" , asegura la madre.

Más tarde fue el médico de la base quien se puso en contacto con la familia para informarles de la situación del joven, que ayer por la mañana recibió el alta. "El no sabe realmente lo que ha pasado, por lo que le han contado cree que les lanzaron el explosivo desde una ventana", sostiene resignada Ana María, que incide en lo mal que lo está pasando la familia.