Un joven de sólo 21 años, Samuel G. M., alias Jita , fue detenido a última hora de la tarde del pasado jueves como presunto autor del disparo que la noche del miércoles causó la muerte de Agustín Garzo Bravo, un chico de 24 años, natural y vecino de Casar de Cáceres.

El detenido residía en el tercer piso del bloque 11 de la calle Pintores y todos los datos de la investigación hacen pensar que se trataba de un lugar en el que se trapicheaba con sustancias estupefacientes. De hecho, durante el registro efectuado por el Cuerpo Nacional de Policía se requisaron 11 envoltorios de cocaína.

La eficacia policial no sólo ha posibilitado encontrar al presunto culpable del disparo sino que ha supuesto también la detención de otros tres jóvenes como presuntos cómplices de este suceso, adelantado en exclusiva por EL PERIODICO EXTREMADURA y que ha conmocionado a la capital cacereña y a la localidad donde nació el fallecido.

Según informó ayer la policía de forma oficial, los agentes afectos a la Unidad de Proximidad han detenido también a Agustina T. A., de 24 años, pareja del presunto homicida con el que compartía el domicilio de la calle Pintores en compañía de un niño pequeño y un perro.

Igualmente se ha procedido a la detención de Nachete , un joven de 23 años, con antecedentes penales, cuya identidad responde a las iniciales I. B. M., que se encontraba en este probable narcopiso junto al fallecido y los otros dos detenidos en el momento en que sucedieron los hechos.

ESTABA CARGADA La versión policial asegura que la noche del miércoles Samuel G. M. apuntó a su víctima con una pistola. El detenido sostiene que creía que el arma "estaba descargada" y disparó, sin embargo el casquillo estaba percutido en la recámara y Garzo sufrió una herida irreversible. Ante la gravedad que presentaba tras el balazo, los tres jóvenes optaron por bajarlo a la calle, pidieron a alguien que avisara al 112 y, una vez realizada la llamada, huyeron. La víctima quedó sola en el suelo.

Los servicios sanitarios dieron aviso a la policía y trasladaron al joven al hospital San Pedro de Alcántara, donde ingresó cadáver puesto que el proyectil entró por el cuello, se alojó en el tórax y provocó su muerte. A partir de entonces comienza la investigación policial. Los agentes registraron el inmueble y comprobaron la existencia de manchas de sangre desde el tercer piso hasta el portal.

Posteriormente, y en presencia de la comisión judicial, se registró el piso en ausencia de los inquilinos. Encontraron la coca y prendas con manchas de sangre. El autor y sus cómplices pasaron la noche lejos de Pintores. Pero ayer, la policía efectuó otro registro domiciliario en Ródano (calle de Aldea Moret castigada por la droga) y los localizó. Además, detuvo a M. A. G. L., alias El Iberia , un delincuente habitual con un amplio historial delictivo, que colaboró en la ocultación de los detenidos.

La policía también ha recuperado el arma homicida, una pistola marca FN, calibre 6,35, que el autor del disparo había arrojado desde la ventana de la vivienda a uno de los tejados colindantes. La droga hallada, así como otros vestigios recogidos, han sido remitidos al Instituto de Toxicología para su análisis.

A primera hora de la mañana de ayer los cuatro detenidos permanecían en los calabozos de la comisaría cacereña y ya han pasado a disposición judicial. Más de 15 agentes policiales han colaborado en la investigación, mientras la juez titular del Juzgado número 3 de Cáceres, María Luz Charco, se encarga de la instrucción del caso, sobre el que pesa secreto del sumario.

La muerte violenta de Agustín Garzo ha traído como consecuencia la requisición de droga en la casa de Pintores. De hecho, el presunto homicida tiene antecedentes penales y regentaba, según confirmó este diario, el bar Javivi. Este bar de la movida está en la calle Barrionuevo, antes se llamaba Frontera y era muy conocido en el mundillo de la droga. En los últimos meses --ver gráfico-- la policía ha realizado importantes actuaciones por tráfico de estupefacientes.