A estas alturas, con una tasa de paro en Extremadura que sobrepasa el 25%, alcanza el 28% para el colectivo de las mujeres y el 50% para los menores de 25 años --según datos del primer trimestre del año--, la prioridad del futuro gobierno extremeño, que estará en manos del popular José Antonio Monago --si Izquierda Unida cumple el compromiso público de abstenerse en la investidura del próximo martes-- está más que marcada.

"La creación de empleo es lo primero y lo más urgente en Extremadura", señala el profesor de Derecho del Trabajo de la Uex, Javier Hierro. ¿Y cómo? Esta es otra de las cuestiones que ha respondido uno de los diez expertos que han definido los objetivos prioritarios que debe plantearse el futuro presidente en las distintas áreas del gobierno regional. "Deberían modularse o mejorarse las líneas de ayudas al empleo, las acciones de asesoramiento empresarial; las actuaciones de implementación de los servicios de atención a las personas dependientes, por lo que ello conlleva de creación de empleo para determinados colectivos y eminentemente en zonas rurales y, sobre todo, informar a la población de este conjunto de medidas para activar el mercado", explica Hierro.

Pero el próximo gobierno no solo tendrá que reducir el elevado paro ni contener el crecimiento de la deuda económica. Al mismo tiempo debe gestionar los servicios sanitarios, que se llevan el mayor presupuesto de la región y que siempre ha sido una de las prioridades de la Junta. "El envejecimiento y la dispersión geográfica obliga a mantener un gasto sanitario por habitante y año de los más altos del país, en torno a 1.500 euros, y esto tiene que seguir así", dice Remigio Cordero, médico y responsable de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública en Extremadura.

"Si en algún aspecto Extremadura juega en primera división es en Sanidad y ahora que el sistema ya es autosuficiente hay que seguir apostando por mantener la calidad y un servicio público, prestando especial atención a la enfermedad crónica y la dependencia". En este sentido, el sociólogo y gerontólogo, Santiago Cambero, considera necesario priorizar el desarrollo de programas de promoción de la autonomía personal y prevención de la situación de dependencia dentro de la política de mayores, además de fomentar el envejecimiento activo y las relaciones generacionales.

En cuanto a los jóvenes, las prioridades no son nuevas. Facilitarles el acceso al empleo y a una vivienda, fomentando la capacidad emprendedora es esencial para Cambero.Como también lo es para el conjunto de la región "gestionar el capital social de la juventud --sus ideas y proyectos-- o reforzar el liderazgo del tejido asociativo juvenil".

En el área de Educación, lo prioritario es desarrollar la Ley de Educación, aprobada hace unos meses con el consenso de los populares y "lógicamente garantizar su financiación". "El nuevo gobierno tiene la suerte de contar con una base de partida bien estructurada y segura, por supuesto mejorable", estima Víctor López, decano de la Facultad de Formación del Profesorado. Entre estas mejoras, señala una reestructuración del sistema de acceso a la función docente o apostar por una evaluación equitativa y profesional del profesorado, entre otras.

Otra de las claves para la recuperación está en la principal actividad productiva de la región, el campo. "Abundar en la internacionalización de los productos extremeños y facilitar su comercialización en el exterior es básico", defiende José Miguel Coleto, catedrático y director de la Escuela de Ingenierías Agrarias durante 21 años. Para Coleto la obligación del gobierno pasa por crear marca en Extremadura y "aprovechar las peculiaridades de nuestra producción". En materia de energía, Diego Carmona, profesor de Ingeniería Eléctrica de la Uex, cree imprescindible impulsar programas de eficiencia energética eléctrica, especialmente aplicables a organismos públicos y pymes, con los que podría reducirse el consumo en un 30-50%, y mejorar las redes de distribución sin mermar el peso que han adquirido las fuentes renovables, especialmente fotovoltaicas, e impulsar "de una vez" las plantas eólicas y termosolares.

En cuanto a la política empresarial, el catedrático de Economía, Ricardo Hernández Mogollón, define varias líneas estratégicas para el sector. "Es esencial desarrollar programas públicos sobre la creación, consolidación y crecimiento de las empresas, prestar apoyo financiero a los nuevos negocios e incidir en la formación emprendedora", todo ello bajo una política "de consenso".

Consenso también se necesitará en materia de Infraestructuras. Con un mercado que ha bajado la licitación de obra pública un 40% en el último año, aquí la prioridad está clara: "reactivar la inversión pública", apunta el presidente de Fecons, Carlos Izquierdo. En cuestión de nuevas tecnologías tampoco se podrá descuidar el nuevo equipo. "Son un elemento fundamental en el desarrollo de las regiones y se debe seguir trabajando para incorporar de forma más eficiente la tecnología en la educación, la administración pública y las empresas", sostiene Miguel Jaque, el presidente del Centro Nacional de Referencia de Aplicación de las Tecnologías de Información y la Comunicación, un proyecto del Gobierno central para fomentar el conocimiento y uso del software libre como herramienta clave para ganar eficiencia y competitividad. "Mantener el papel de liderazgo de la región en materia tecnológica es importante para vender mejor, crecer económicamente, generar riqueza y ofrecer puestos de trabajo de alta cualificación", añade.

Otro reto para Monago será conseguir lo que reclama el mundo de la cultura: "que este sector sea considerado como un servicio público y que llegue a todos", un objetivo que la Junta ha tenido en cuenta hasta el momento, según el dramaturgo Miguel Murillo.