En un mes, el Ministerio de Industria tendrá las propuestas de los ocho municipios candidatos sobre los terrenos donde se podría construir el almacén nuclear. Pero no será este departamento el que tome la decisión directamente. La documentación pasará a la Comisión Interministerial creada para decidir el emplazamiento de esta instalación.

Este organismo estudiará cada ofrecimiento valorando los siguientes factores: los plazos previstos para disponer de los terrenos, la extensión, la topografía, geotecnia y sismología del suelo, la meteorología, la proximidad de accesos por ferrocarril y carretera y la distancia a núcleos de población, instalaciones industriales y zonas estratégicas. También se tendrán en cuenta aspectos como la disponibilidad de agua corriente, acometidas eléctricas, la distancia a espacios protegidos, la existencia de tejido industrial o empresarial, los antecedentes del entorno en actividades relacionadas con el ámbito nuclear y las aportaciones que el ayuntamiento ponga a disposición del proyecto.

En principio, según explican desde el Ministerio de Industria, no hay ninguna exigencia respecto a la propiedad del suelo y tampoco será un elemento a considerar en la evaluación de los terrenos. Sin embargo, en este departamento no detallan qué ocurrirá si la superficie seleccionada es, por ejemplo, una propiedad privada.

La Comisión Interministerial realizará un informe de propuesta reflejando las ventajas de cada emplazamiento y lo remitirá al Gobierno, que deberá tomar una decisión a través de un consejo de ministros.