El regionalismo ya no está de moda en Extremadura. Esta podría ser una de las principales conclusiones que deja la jornada electoral del pasado domingo, donde por segunda legislatura consecutiva Extremadura Unida se quedó fuera del Parlamento autonómico.

Pero no fue una casualidad. Y es que la principal fuerza regionalista, que durante la primera legislatura autonómica llegó a tener cinco diputados y cuatro en la segunda, ha perdido incluso su feudo más emblemático, Calzadilla de los Barros, donde el incombustible Pedro Cañada ha dado paso a una mayoría absoluta socialista. "Ha sido un palo", reconocía Cañada. EU ha aumentado en 5 el número de sus concejales, pero ha perdido presencia en numerosos municipios cacereños en los que era la fuerza decisiva para poder gobernar e incluso ha desaparecido en Huélaga y Salvatierra de Santiago, donde gobernaba durante la anterior legislatura.

RESULTADOS CONCRETOS

Así, sólo ha logrado la mayoría absoluta en Botija y San Pedro de Mérida --gracias al candidato del PP del que su partido prescindió a última hora-- y es la fuerza más votada en Fresnedoso de Ibor. También ha fracasado EU en su asalto a los grandes ayuntamientos de la comunidad autónoma.

El caso de Coalición Extremeña (Crex-Prex) es distinto, puesto que su preacuerdo electoral con el PSOE le ha permitido introducir dos diputados en la Asamblea pese a que ha desaparecido como partido regionalista en los municipios que gobernaba.

Pese a todo, y como siempre ocurre tras el paso de las urnas, la valoración es positiva. Tanto es así que el secretario general del Crex, José Luis Velilla, ha llegado a asegurar que los dos escaños que ha ganado el PSOE ha sido gracias al apoyo regionalista.

Pedro Cañada prefiere mirar a otro lado e insiste en que podrían gobernar en 14 municipios. Además, aprovecha para reclamar un cambio en la ley electoral, para lo que pide a PP y PSOE que sean "demócratas y respetuosos".