Ninguna ciudad de Irak escapa ya al control de EEUU. Las tropas de la Primera Fuerza Expedicionaria llegaron ayer hasta el centro de Tikrit, el último feudo del régimen, a 180 kilómetros al norte de Bagdad, dando por terminada la primera fase de la intervención militar en este país.

"Las operaciones militares más determinantes han finalizado", confirmó en Doha (Qatar) el general Vincent Brooks, portavoz del alto mando de la operación militar. Los marines estadounidenses se apoderaron de la ciudad sin apenas gastar munición. Voluntarios árabes y soldados del Ejército iraquí opusieron alguna resistencia, en especial la noche del domingo, pero, en líneas generales, la ocupación de la ciudad natal de Sadam fue un trabajo sencillo. Los marines instalaron su centro de mando en el Palacio Presidencial de Sadam, cerraron todas las entradas a la ciudad y se concentraron en eliminar cualquier vestigio de la resistencia.

CINCO IRAQUIS MUERTOS

Si los intensos bombardeos del domingo por la noche disuadieron a los combatientes iraquís es algo que probablemente nunca se sabrá. Los habitantes de la ciudad aseguran que muchos soldados del régimen huyeron hace días, los últimos durante el fin de semana. Y si alguien quedaba, los temibles helicópteros Apache se encargaron de terminar el trabajo: ayer dispararon varios misiles contra una bolsa de resistencia al norte del casco urbano.

En los bombardeos perdieron la vida cinco iraquís, según confirmó un médico del hospital de Tikrit, aunque no especificó si había civiles. En torno al hospital y desplegados prácticamente por todas las calles del centro, un centenar de tanques velaban por la seguridad de la ciudad, aunque hasta el momento no se han producido saqueos. De hecho, los habitantes de la ciudad han preferido permanecer encerrados en casa.