El grupo Alfonso Gallardo encargará a empresas extremeñas la construcción de la refinería y de un oleoducto de casi 200 kilómetros desde la ubicación de la planta --entre Villafranca de los Barros, Fuente del Maestre y los Santos de Maimona-- hasta la costa de Huelva. Según los datos del proyecto presentados ayer en la Asamblea por el presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, la participación de Fomento de Extremadura en el proyecto propiciará, entre otras cosas, que el 95% de los empleos directos que se generen sean para extremeños o que la Administración elabore en la zona un plan estratégico para la ubicación de empresas auxiliares.

El presidente extremeño explicó que en estos momentos tanto el Grupo Gallardo --del empresario jerezano Alfonso Gallardo-- como los accionistas que le acompañan están en condiciones de iniciar un proyecto que supondrá "el empujón definitivo en materia industrial que ha buscado Extremadura". Se trata de una inversión de 1.200 millones de euros que se acometerá en los próximos cuatro años, generará 500 empleos directos y otros 2.500 indirectos. De esta inversión, 360 millones de euros los aportarán los accionistas, mientras que los cerca de 850 millones restantes se conseguirán con préstamos bancarios.

El Grupo Gallardo aportará entre el 32% y el 39% del capital, y su intención --apoyada por Rodríguez Ibarra-- es que la Junta participe con entre el 20% y el 22% del capital a través de Fomento de Extremadura.

SOCIOS PRIVADOS Caja Madrid, Iberdrola y el BBVA tendrán, cada uno, el 10% del proyecto, y se pretende que el socio tecnológico controle el 9%. En este sentido, Ibarra señaló que este último punto dependerá de las pretensiones de este socio, que aún no está concretado, aunque los últimos contactos en esta línea se han mantenido con Repsol. También entrarán en el accionariado, aunque con una participación minoritaria, Caja Extremadura y la empresa Gea 21.

El presidente de la Junta explicó que la participación pública en la refinería tendrá unos efectos directos sobre el mayor proyecto industrial abordado en la historia de la región. El primero, que serán empresas extremeñas las que acometan la construcción tanto de la refinería como del oleoducto de casi 200 kilómetros que habrá que construir hasta Huelva.

La Junta también pondrá condiciones en materia de empleo. De esta forma, se garantiza que el 95% de los empleos directos que se generen serán para extremeños. Para ello se harán pruebas de selección durante los próximos dos años y entre el 2007 y el 2008 el personal elegido hará prácticas en otras refinerías españolas.

A esto se suma que la Administración y la empresa diseñarán conjuntamente un plan estratégico para la ubicación de empresas auxiliares del sector petroquímico en la zona. En materia medioambiental, la extremeña será la primera refinería de nueva generación de toda España, lo que garantizará una gran reducción de su impacto.

Por último, la participación de la Administración regional facilitará que la sede social y fiscal de la empresa que gestione la refinería esté en Extremadura, lo que generará a la comunidad unos ingresos adicionales de más de 2.000 millones de euros anuales en impuestos especiales y a través del IVA.

Para Ibarra, ahora es posible un proyecto industrial de este calado por tres motivos: hay músculo empresarial suficiente; hay entidades de crédito capaces de acometer estas inversiones; la región tiene las infraestructuras suficientes; y Fomento "está para acompañar inversiones".