Entre los casos de presuntas negligencias médicas que ha instruido la Asociación Defensor del Paciente (Adepa) destacan dos por encima del resto.

El primero, señala el informe anual de Adepa, es el de un hombre al que se mantuvo con una pierna escayolada y en reposo absoluto durante dos meses sin prescribirle heparina. El resultado, muerte a causa de un trombo. En este caso la familia del paciente ha logrado alcanzar un acuerdo con la compañía de seguros, que se ha hecho cargo de los daños y perjuicios causados por la mutua médica que atendió al fallecido.

Vía penal

El segundo caso es aún más reciente. Se trata de una mujer que estando ingresada en un centro sanitario de la comunidad autónoma ha fallecido debido a una ingestión masiva de litio. Sin embargo, este asunto sigue pendiente, puesto que su familia ha elevado la correspondiente denuncia a la vía penal.

Este tipo de casos no llegan nunca a la Oficina del Defensor de los Usuarios, puesto que, reconoce José Ramón Hidalgo, cuando un paciente acude a la vía judicial el expediente se rechaza y se archiva de forma automática.