El SIP que ha dado lugar a Banco Base contempla la baja de casi 1.900 trabajadores de las cuatro entidades que lo han puesto en marcha --237 de ellos en Caja Extremadura-- y el cierre de 470 oficinas --25 de ellas de la entidad extremeña--. ¿Puede variar esto en algo si la fusión fría no sigue adelante o no lo hace al menos con todas las cajas que en un primer momento estaban previstas?

En lo que atañe a las oficinas más bien poco. El calendario de reestructuración de la red comercial de Caja Extremadura en la región finalizó ayer con el cierre de la urbana número 1 de Coria. En cuanto a las bajas, aún no se han formalizado, ya que había que esperar a que culminase el proceso de integración. Se harán a través de un Expediente de Regulación de Empleo, por lo que es previsible que hubiese que hacer modificaciones. Fuentes cercanas a Banco Base señalaron ayer que, en el caso de que la CAM se disgregue del proyecto, se harán "reformas" para que los acuerdos alcanzados en materia laboral sigan siendo efectivos.

Dos de los sindicatos con mayor representatividad en Caja Extremadura, Csica y UGT, volvieron a mostrarse ayer críticos con la forma en la que se está llevando a cabo el proceso de integración. "Esto es una jaula de grillos. No se dan cuenta de que están jugando con los clientes, con los trabajadores y con la institución", aseveró Miguel Angel Rodríguez Castellano, secretario general de la sección sindical de Csica en Caja Extremadura. "Aquí problemas los ha habido desde el principio y los va a haber siempre", prosiguió Rodríguez Castellano, para quien esta es una "unión contra natura". "No pintamos nada con una caja que está en quiebra técnica --en referencia a la CAM--, que dice que tiene una morosidad del 8,7% pero que puede estar en el 15%", añadió.

"Hace tiempo que esto no funciona y los problemas se veían venir", coincidió Jesús Muñoz Pascual, secretario general de la sección sindical de UGT. "Alguien debería tomar las riendas de este tema y decir si el proyecto es o no es viable", agregó.

Valoración "positiva"

"Sabíamos que tenían pequeñas discusiones, pero esto nos ha cogido completamente por sorpresa", resaltó ayer Manuel Navarro, secretario general de SICAM. Este sindicato, el mayoritario en la entidad levantina, se ha opuesto desde el principio a la integración, por lo que Navarro calificó como "positiva" y "muy satisfactoria" su posible ruptura. A este responsable sindical le parece "una provocación" que se diga que la CAM tiene que rebajar su cuota de participación en el SIP del 40% que tiene actualmente al 27% ya que, "por todos los parámetros, la CAM debería tener más de un 40%".

Tampoco considera que se pueda aludir a los elevados índices de morosidad de esta caja como motivo para la ruptura. "Es algo absurdo. Bankia está peor que nosotros y no se dice nada. Es un tema coyuntural y hay fuerza más que suficiente para poder salir adelante", arguyó. "Esto ha sido un matrimonio de muchísimas conveniencias que se ha roto", apostilló el secretario general de SICAM.

Por su parte, José Manuel González Rey, miembro del consejo de administración de CajAstur y secretario general de Csica en esta entidad, aún confiaba ayer en que el supervisor bancario "tome cartas en el asunto" para reconducir la situación. González Rey incidió en que las elevadas ratios de morosidad que están saliendo a la luz en la caja levantina están "descolocando un poco los números y haciendo aumentar las necesidades de financiación" de Banco Base, lo que a su vez está dificultando el proceso de unión. "Lo que está claro es que la integración va a ser más complicada de lo que se esperaba. Quizás sea mejor un SIP más pequeño pero más sólido", subrayó.