El estudio de La Caixa divide la región en zonas de influencia comercial atendiendo al atractivo que ejerce una localidad concreta para las compras de los habitantes del entorno. Así delimita las denominadas áreas comerciales (cuatro en Extremadura) cuyas cabeceras son los polos de atracción.

Dentro de estas áreas se establecen subáreas, cuyas cabeceras son núcleos que atraen compradores de localidades cercanas para las compras habituales. Los habitantes de la subárea acuden a la cabecera de área para realizar compras más excepcionales. En este caso estaría por ejemplo Zafra, cabecera de subárea que atrae a 136.000 personas para la compra habitual. Sin embargo estas personas acuden a Badajoz para compras más excepcionales.

En el ránking que fija La Caixa, el primer núcleo comercial de España sería Madrid, cuya facturación comercial supera los 11.300 millones de euros. Detrás se situaría Barcelona con 7.200 millones.

La diferencia entre las dos ciudades es que Madrid basa su potencial casi íntegramente en la población residente, ya que son pocas personas del entorno las que se plantean acudir a esta ciudad a realizar las compras habituales. Mientras, Barcelona divide su mercado potencial a partes iguales entre los habitantes de su núcleo urbano y los que acuden desde el área de influencia.

En cuanto a la ubicación de las cabeceras de área extremeñas en este ránking de facturación comercial, la mejor colocada es Badajoz, en el puesto 29 de un total de 75. Cáceres ocupa el puesto 46, Don Benito-Villanueva el 64 y Plasencia el 65. La última es Ciudad Rodrigo, en Salamanca.