La intensa ola de calor que registró Extremadura entre el 1 y el 15 de agosto aumentó en cerca de un 50% la tasa de mortalidad habitual en esas fechas. Y es que las altísimas temperaturas soportadas sin descanso durante dos semanas provocaron hasta siete muertes por golpe de calor, lo que sitúa a la comunidad como la que sufrió una mayor incidencia de esta patología durante las primeros quince días de agosto.

El director de Asistencia Sanitaria del Servicio Extremeño de Salud (SES), Dámaso Villa, reconoció ayer que la ola de calor se ha dejado sentir en la región en términos sanitarios. En este sentido, y según los datos oficiales de los propios ayuntamientos, el número de fallecimientos durante la primera quincena de agosto aumentó un 48% en las ciudades extremeñas con respecto a la mortalidad media de años anteriores, un incremento inferior al que se ha registrado en otros puntos del país.

COMPARACION

En concreto, en esos 16 días se producían de media cien muertes en la comunidad por las 148 que se han registrado este verano. Villa recordó los casos de otras ciudades como Jaén (con un incremento del 86,9%), Sevilla (74,86%), Córdoba (56%) o Barcelona (56,4%). Como curiosidad cabe destacar que la ciudad de Cáceres, con 22 muertes en el periodo analizado, es la única de la comunidad en la que el número de muertes no sólo no aumentó con respecto a años anteriores, sino que se redujo ligeramente.

Dámaso Villa recalcó que aún no hay evidencias científicas de que el calor sea el responsable directo de estas espectaculares cifras, puesto que hasta el momento sólo se han registrado siete muertes por golpe de calor, mientras que otras cuatro continúan hospitalizadas y evolucionan favorablemente sin que actualmente se tema por su vida.

Precisamente estas siete muertes sitúan a Extremadura como la comunidad con una mayor incidencia de esta patología, con un fallecimiento por cada 151.000 habitantes. Le siguen en esta lista Aragón y Castilla-La Mancha, con una tasa inferior a un caso mortal por cada 200.000 habitantes.

"Para saber exactamente lo que ha ocurrido" en unos meses el Servicio de Epidemiología del SES llevará a cabo un estudio con el que se podrá determinar la incidencia exacta de las altas temperaturas en la salud de la población extremeña, según confirmó el responsable de Asistencia Sanitaria del SES.

Por otra parte, afirmó que es evidente que ante temperaturas extremas se agravan determinadas patologías, sobre todo si se trata de ancianos con procesos terminales. De hecho, de los siete fallecidos en la región por golpe de calor, seis tenían más de setenta años.

NO HUBO COLAPSO

Con todo, Villa insistió en que los hospitales extremeños no han sufrido en ningún momento una situación de colapso pese a que ha habido un aumento sensible de los servicios de Urgencias con respecto a otros veranos.

En su opinión, esto se debe a que en la región no se reducen estos servicios en verano puesto que es precisamente en estas fechas cuando hay un mayor volumen de población en la comunidad, sobre todo en el norte de la provincia de Cáceres. Solamente hubo algunos problemas, dijo, durante un par de días en el servicio de medicina interna del Hospital de Mérida, aunque rápidamente quedó solucionado.

Por otra parte, recordó que este alza de la mortalidad debido a las temperaturas extremas no es algo nuevo. Así, en la segunda semana de agosto del 2001 se registró una tasa de mortalidad aún mayor que la de este verano, aunque sólo durante siete días.Además, las enfermedades son mucho más sensibles al frío que al calor, de forma que es precisamente en invierno cuando los fallecimientos se disparan en la región llegando a triplicar las que se han dado en estas últimas semanas.