Los extremeños están hoy llamados a la urnas para tomar una decisión que va mucho más allá de la elección del próximo presidente del Gobierno y de los diez diputados y seis senadores que les van a representar los próximos cuatro años. Del voto de cada uno de los ciudadanos de Extremadura y el compromiso de cada partido van a depender cuestiones tan importantes para la comunidad autónoma como la inversión anual del Estado en la región, el pago de la deuda histórica, las ayudas a la agricultura o la ejecución de proyectos como el tren de alta velocidad, la plataforma logística o la refinería.

LOS PRESUPUESTOS

Entre 500 y 800 millones de euros es la asignación que ha recibido Extremadura en los últimos años dentro de los presupuestos generales del Estado. En esta cuantía se incluye la financiación autonómica, las inversiones en infraestructuras e investigación, la financiación del sistema de atención a dependientes, o el pago de pensiones, subsidios y becas. Por tanto es un indicador fiable de la importancia que cada Gobierno da a la comunidad autónoma dentro de su política territorial. Pero además es una partida clave, dado que supone hasta el 60% de los ingresos de la Junta. En este sentido, el próximo Ejecutivo central debe decidir si prorroga los presupuestos del 2011 (donde se asignaron 528 millones a Extremadura) o elabora unos nuevos.

LA DEUDA HISTORICA

La región pretende que el Gobierno le abone cuanto antes la llamada deuda histórica (el dinero extra que debe recibir del Estado por el déficit con el que fueron transferidas las competencias de vivienda, sanidad y educación y por la situación de menor desarrollo de la que partía Extremadura). El consejero de Economía, Antonio Fernández, incluso lo ha reivindicado de cara a los Presupuestos Generales del 2012. Pero la cifra ni siquiera está cuantificada. En 1998 se estableció que no debería ser inferior a 300 millones.

Junta y Gobierno central acaban de acordar la creación de un grupo de trabajo para calcular el importe definitivo y poder establecer un calendario de pago.

EL AVE Y EL EJE-16

El gran proyecto pendiente del Estado en Extremadura continúa siendo el tren de gran velocidad. La línea se encuentra actualmente en construcción en gran parte de su trazado por la región, pero todavía faltan tramos por licitar y, sobre todo, resolver la incógnita sobre la ubicación y el inicio de obras de las estaciones (Navalmoral, Plasencia, Cáceres, Mérida y Badajoz).

El actual Gobierno se había comprometido a adjudicar todos los trabajos pendientes durante este 2011 con arreglo al Plan Extraordinario de Infraestructuras. Sin embargo, el Ministerio de Fomento tan solo ha presentado el macroconcurso de licitación y no ha resuelto todavía la convocatoria.

El próximo Ejecutivo también tendrá que esclarecer las dudas generadas por la decisión de Portugal de no realizar sus tramos del AVE, entre Lisboa y la frontera con Badajoz, y cómo puede afectar eso a los servicios ferroviarios de la región.

En materia ferroviaria, hay otros asuntos pendientes, como el futuro del tren hotel Lusitania (Portugal quiere cerrar la vía que utiliza este tren Talgo, lo que obligaría a Renfe a suspender el servicio por Extremadura --Valencia de Alcántara-- y prestarlo a través de Salamanca), y el tren de mercancías de altas prestaciones. En este último caso, el llamado Eje 16 (la conexión Sines-Badajoz-Puertollano) ha quedado fuera de la red básica de mercancías que la Unión Europea financiará hasta 2020. Es decir, no es un proyecto prioritario. Pero los dos grandes partidos se han comprometido durante la campaña a luchar para revocar esa decisión.

¿NUEVAS AUTOVIAS?

La crisis económica ha borrado de los presupuestos y de los planes del Ministerio de Fomento la construcción de las autovías Mérida-Levante (autovía A-43), Badajoz-Granada (A-81) y Huelva-Zafra (A-83) a su paso por Extremadura. En las últimas cuentas del Estado ni siquiera han tenido asignación para estudios y proyectos. El próximo Gobierno deberá decidir si aparca definitivamente estas infraestructuras o si, por el contrario, se pueden reimpulsar pese a los ajustes económicos.

En materia vial, el Gobierno también se comprometió a costear la conversión de la actual Ex-100 (Cáceres-Badajoz) en autovía. En este caso, la Junta debía adelantar el dinero para su construcción y después el Estado se lo reingresaría.

De momento el Ejecutivo regional ha anunciado que aplaza el proyecto por las dificultades financieras.

Y LA PLATAFORMA

Su futuro se ha tornado incierto después de que Bruselas haya dejado el Eje 16 fuera de su plan de infraestructuras básicas. Promovida por la Junta y el extinto Ministerio de Vivienda (ahora incluido en Fomento), sigue en el horizonte pero sin concretar su ejecución.

EL RETO DE LA PAC

La propuesta de Bruselas sobre la nueva Política Agraria Común (PAC) no ha gustado ni a los gobiernos nacional y regional ni al sector. Pero lo sustancioso de la reforma se decide en los próximos meses. En primer lugar España debe luchar por una PAC menos lesiva para los intereses de sus agricultores y ganaderos. El sector recibe en Extremadura más de 500 millones de euros en ayudas directas y otras subvenciones. Las organizaciones agrarias estiman que este importe podría reducirse un 16% de cara al periodo (2014-2020).

Pero además de las condiciones generales que se aprueben en Bruselas, la reforma de la PAC dejará en manos de los Estados lo más sustancioso de los criterios de reparto de los fondos al campo. Las organizaciones agrarias temen una auténtica batalla entre las comunidades autónomas para lograr la mayor porción posible del pastel. El criterio, la firmeza y el compromiso que tenga el nuevo Gobierno con las regiones más agrícolas será clave.

FONDOS EUROPEOS

Europa también discute en estos momentos su presupuesto global para el periodo 2014-2020. Está previsto que Extremadura siga recibiendo un volumen importante de fondos, al mantenerse como la única región española con un nivel de renta por debajo del 75% del PIB de la UE. Sin embargo las partidas pueden reducirse al haber más países entre los que repartir. España deberá luchar por mantenerse entre los Estados más beneficiados por la aportación comunitaria y defender los intereses de las comunidades.

REFINERIA BALBOA

Pese a los continuos anuncios del promotor, de los alcaldes, del ministerio y de la Junta sobre una próxima resolución, el Gobierno central continúa sin emitir la esperada Declaración de Impacto Ambiental (DIA). El proyecto industrial va camino de superar todos los récords en duración de un trámite administrativo. Mientras otros proyectos similares se han despachado en apenas dos años, éste ya acumula más de cinco desde que la documentación entró en el Ministerio de Medio Ambiente. Extremadura, Tierra de Barros y el Grupo Gallardo esperan que el futuro gobierno resuelva este expediente de forma inminente.

OTROS PROYECTOS

Además, el Gobierno tiene pendientes otros proyectos. Entre ellos están las rehabilitaciones del teatro-cine María Luisa y el Museo Romano, en Mérida. En Badajoz se comprometió a recuperar el Edificio Metálico del Rectorado y debe impulsar el Parador, el Palacio de Justicia y el Centro Ibérico de Energías Renovables, además de terminar las obras de la Alcazaba. En Cáceres está por finalizar el trasvase de Portaje y tiene que acometer la variante de Malpartida y las mejoras del Centro de Instrucción Militar (CIMOV). En Plasencia el compromiso era reformar la avenida Martín Palomino y afrontar el Palacio de Justicia, obra que también está por acometer en Almendralejo. Asimismo aún no ha ejecutado las mejoras de la N-110 (carretera del Jerte) y del viaducto de Benazaire.