Los españoles gastarán este año en juguetes un promedio de 175,66 euros por niño, casi 45 euros más que hace seis años. Esto llevará a la industria juguetera española, en su mayoría empresas de menos de 50 empleados, a facturar unos 1.100 millones de euros durante este ejercicio, pero con la peculiaridad de que el 70% de las ventas se concentrarán en las seis semanas que componen la campaña de Navidad, y de esas, casi el 50% en los últimos siete días, según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes, que agrupa a la mayoría de productores.

La preocupación de este sector se encuentra en estos momentos en la competencia que les suponen los juguetes asiáticos y las falsificaciones, que suponen entre un 15% y un 20% del mercado. "En muchas ocasiones incumplen las normas de seguridad de la Unión Europea", asegura José Antonio Pastor, secretario general adjunto de la asociación nacional.

Esta competencia coexiste con un gran volumen de importaciones, sobre todo procedentes de China, que concentra el 62,53% del total, según datos del año 2005. Paradójicamente, en su mayoría corresponden a encargos de compañías occidentales. También han aumentado mucho (un 149,21%) las importaciones japonesas, que llegan ya al 5,67%, sobre todo debido al auge de los dibujos manga.

Por contra, el volumen de ventas del mercado español ha descendido. Las exportaciones han bajado ligeramente, sobre todo a Gran Bretaña y EEUU, aunque también es verdad que crecen las que se realizan a los países del este de Europa.