Francisco Pedraja es el director del Departamento de Economía de la Universidad de Extremadura, lugar desde el que ha dedicado años de estudio a la política financiera del país. Aunque se encuentra de vacaciones, no duda en exponer su parecer sobre las balanzas fiscales sobre las que, asegura, existe mucha "mala educación" por parte de quienes tratan de asimilar este tipo de ejercicio económico con el expolio fiscal de los territorios.

--¿Qué opinión le merecen las balanzas fiscales?

--Las balanzas fiscales son un buen ejercicio económico, pero tienen problemas metodológicos muy importantes, porque ofrecen aproximaciones muy vagas y burdas. El problema es que ofrecen una información que distorsionan la realidad, por lo que resulta muy delicado trasladarlas al plano político. En cualquier caso, nada aporta la información que se obtenga de una balanza fiscal para detectar defectos en la financiación autonómica y menos para diseñar su reforma.

--¿Supondría la utilización de las balanzas la ruptura del principio de solidaridad?

--El equilibrio de las balanzas fiscales (una idea que se asocia inmediatamente al concepto de balanza) impediría a la Hacienda central realizar las competencias que le asigna la propia Constitución.

--¿Por qué cree que se han presentado las balanzas?

--Sinceramente no le veo mucha utilidad a este asunto. Desde luego parece poco oportuno hacerlo coincidir con el proceso de negociación autonómico. Los resultados ya están siendo utilizados por algún partido nacionalista más financiación.

--¿Considera legítimo que algunas regiones pretendan hacer de las balanzas su mejor carta en la negociación?

--Esto me parecería fuera de lugar pero no lo descarto. Sería no reconocer el ámbito de la discusión y la distribución de competencias de cada nivel de gobierno. El saldo de la balanza fiscal se explica en un 75% directamente por el proceso de redistribución personal y en el resto se incluyen transferencias a los gobiernos regionales y locales para que puedan prestar en igualdad los servicios transferidos. Por tanto, agregar territorialmente los resultados de una política personal distorsiona el fenómeno que se analiza.

--¿Considera que es necesario cambiar el actual modelo de financiación?

--Un sistema de financiación no es algo cerrado; es un mecanismo que precisa ajustes cada cierto tiempo al margen de los elementos ajuste que el mismo incorpora. En el actual existen algunos defectos y posibilidades de mejora, pero desde una perspectiva comparada soporta cualquier análisis sobre la corrección de sus elementos esenciales.