Es el único diputado extremeño de etnia gitana en la Asamblea extremeña y uno de los pocos en los parlamentos españoles. Participa activamente en la vida asociativa y de ahí llegó a la política de la mano del PSOE porque le encanta trabajar para los demás.

Natural de Badajoz, Francisco Saavedra no conoce la discriminación en su región. "Siempre he estado integrado y nunca he sentido rechazo ni para entrar en una discoteca". Siempre ha trabajado para el desarrollo de su pueblo, y ahora más desde el puesto de responsabilidad que ocupa desde hace casi ocho años. Su meta es que el pueblo gitano se desarrollo totalmente. "Queda algo por hacer, pero se ha hecho muchísimo y deben tomarnos como ejemplo otras autonomía. Aquí no existe chabolismo". Partidario de mantener la cultura gitana "cuando no perjudique a nadie", los asuntos pendientes para ese pleno desarrollo pasan por la educación. "No podemos trabajar solo en el mercadillo". Pero si aquí falta qué hacer, en Rumanía falta de todo. "Bastante hemos sufrido ya para repetir la historia de las expulsiones. Aunque es una barbaridad, la culpa no es solo de Sarkozy, el Gobierno rumano tiene que integrar a su población".