Las hipotecas no bajarán de momento. El descenso concertado de los tipos de interés en medio punto por siete bancos centrales no se trasladará al bolsillo de los consumidores, ya que la decisión monetaria no ha tenido reflejo en el euríbor --el tipo de interés interbancario a 12 meses--, que se usa como principal referencia para los créditos hipotecarios. El indicador se fue ayer hasta el 5,512% en su primer día de cotización tras la decisión de bajar los tipos hasta el 3,75% en la zona euro. Es más, la previsión de la Asociación Hipotecaria Española (AHE) es que las hipotecas sigan subiendo en los próximos dos meses, ya que el indicador está por encima de los niveles de octubre del pasado año.

En el caso de que el indicador cerrara el mes de octubre en este nivel --el euríbor es una media mensual--, encarecería las cuotas de las hipotecas en unos 960 euros de media al año, complicando la situación de miles de familias españolas. En concreto, para una hipoteca media, que según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística se situó en julio en 156.325 euros, la subida supondría un aumento de la cuota mensual de 80 euros.

REACCION La falta de reacción de los bancos al estímulo monetario ha producido una situación poco habitual. Desde que se empezó a registrar el euríbor en 1999, no se había producido un distanciamiento tan evidente entre los tipos de interés oficiales y los del mercado interbancario.

Y según el gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, no había que esperar una respuesta inmediata: el euríbor no bajará hasta que vuelva la confianza a los mercados, que es lo que "estamos intentando lograr gobiernos y bancos centrales". Con el mismo escepticismo, el presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, expuso: "Vamos a ver qué hace el euríbor, yo espero que baje porque para todos sería bueno", pero "una cosa es lo que deseo y otra lo que ocurre". Nada esperanzador.

El diagnóstico, pues, es que los tipos de interés no son la medicina para lograr que los bancos vuelvan a confiar los unos en los otros. "No es un problema de cuánto te cuesta acudir al interbancario, se trata de si te lo devolverán cuando prestes", dijo el director del servicio de estudios de Bankinter, Ramón Forcada.

Por lo tanto no es una situación objetivable. Lo que en el argot financiero se denomina prima de riesgo sigue vigente en el mercado interbancario, y quien quiere dinero debe pagarlo a un precio más elevado del que sería necesario en una situación sin riesgo. "El euríbor absorberá la nueva política monetaria del BCE, pero es imposible saber el impacto", reconoció Gregorio Mayayo, presidente de la AHE.

En ese mismo sentido abundó el expresidente del Banco Hipotecario, Julio Rodríguez: "La bajada de los tipos de interés ayudará, pero no tendrá tanto impacto como cabría esperar en una situación normalizada". ¿Qué hace falta para que la situación vuelva a la normalidad? Los 15 días que han conmovido al mundo desde que se produjo la quiebra de Lehman Brothers han supuesto un punto de inflexión en el sistema financiero mundial. El gobernador del Banco de España destacó que eso "ha cambiado radicalmente el escenario". Hasta agosto el crédito crecía el 8%, "pero esos 15 días van a tener un impacto muy profundo en la economía real, y no tenía sentido mantener los tipos en el nivel que estaban". Ese impacto deber ser contrarrestado con el alud de medidas políticas que han tomado en los últimos días los gobiernos para evitar el hundimiento de la banca a ambos lados del Atlántico. "Las decisiones que se han tomado son las adecuadas y acabarán por tener impacto en la confianza", vaticina una experta en macroeconomía. En este sentido, la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, se felicitó por la creación de un fondo de hasta 50.000 millones para dar liquidez a la banca española.

Por otra parte, el fantasma de un proceso de concentración entre cajas de ahorro sobrevoló el foro que el sector celebró ayer en Madrid. "El sistema financiero se verá abocado a un proceso de consolidación", vaticinó Joaquín Almunia, comisario europeo de Economía. El ministro Pedro Solbes instó a las entidades financieras españolas a "plantearse cuál es la mejor fórmula para ser competitivas en el futuro".