O bien porque ha subido el nivel de vida, porque los extremeños cada vez son más derrochadores o bien por el incremento de los ingresos o por estas tres causas a la vez, el gasto de los hogares de la región se ha disparado --hasta un 36%-- desde el año 1995 y lo ha hecho a un ritmo mayor que en cualquier otra comunidad autónoma. De esta forma, cada extremeño desembolsa hoy hasta 2.000 euros más al año que hace una década, mientras que en una familia media --formada por cuatro integrantes, por ejemplo dos adultos y dos menores-- el consumo doméstico se ha encarecido en prácticamente 8.000 euros respecto a mediados de la década de los noventa.
Esa es una de las principales conclusiones que se puede extraer del último informe Situación consumo , realizado por el Servicio de Estudios Económicos del BBVA a partir de datos del Banco de España y del Instituto Nacional de Estadística (INE). Según este documento, Extremadura ha sido, junto a Galicia, la comunidad autónoma donde se ha experimentado el mayor incremento del consumo por habitante en este periodo. Concretamente, ha subido un 36%, con un ritmo medio de crecimiento anual (3,5%) muy superior al de la media nacional (2,7%).
Esto se traduce en que los hogares extremeños han pasado de gastar una media de 21.590 euros en 1995 a realizar un dispendio de más de 29.750 euros anuales en la actualidad.
CONVERGENCIA Este incremento acerca a Extremadura a los niveles medios de gasto en consumo del resto del país, aunque la comunidad autónoma todavía es la región donde se realizar el menor gasto a nivel familiar.
En este sentido, el informe apunta que se está produciendo una "efectiva" convergencia territorial en España, al menos en lo que se refiere a la economía doméstica. Así, los mayores incrementos se han registrado precisamente en aquellas regiones que partían de los niveles de gasto en consumo más bajos, como es el caso tanto de Extremadura como de Galicia.
Pero, ¿a qué se debe este aumento del consumo en los hogares extremeños? Según explican a este diario los responsables del estudio, "en Extremadura el 97% de ese incremento es achacable al crecimiento de las rentas", es decir, a que las familias tienen mayores ingresos y disponen de más dinero. Así, las familias extremeñas --siempre tomando como referencia un hogar medio de cuatro miembros-- han pasado de ingresar una media de 24.264 euros en 1995 a los 32.852 euros actuales.
"Básicamente, en Extremadura se ha producido un importante incremento de la tasa de empleo, tanto por el crecimiento económico cercano a la media nacional como por el menor crecimiento de la población, que ha posibilitado un importante avance en el producto interior bruto (PIB) per cápita y de la renta de los extremeños", explican desde el Servicio de Estudios del BBVA, donde también destacan la transcendencia que ha tenido la incorporación de la mujer al mundo laboral como elemento decisivo para el crecimiento de la economía doméstica.
Por tanto, la mayor parte de ese incremento en el consumo se ha producido por un aumento de la renta, mientras que en otras comunidades autónomas han influido factores como el crecimiento demográfico. De hecho, la renta media de los extremeños ha subido en cerca de 2.100 euros por habitante. Es decir, que un hogar de cuatro componentes dispone hoy de unos 8.400 euros más que a mediados de la pasada década.
OTRA APROXIMACION En este sentido, el incremento del consumo está completamente ligado al crecimiento de la renta. De hecho, la región encabeza a nivel nacional el aumento de los ingresos (35% en el periodo) y, como ya ocurrió con el gasto familiar, esta tendencia se ha logrado gracias a un ritmo anual (del 3,4%) muy superior al del resto de comunidades autónomas. Tan sólo el País Vasco ha registrado subidas medias (con un 2,5%) próximas a las de Extremadura, mientras que en regiones como Baleares la capacidad económica de sus ciudadanos ha descendido respecto a 1995.
De esta forma y gracias a estas tendencias, tal y como apunta el Servicio de Estudios del BBVA, los hogares de la comunidad autónoma han incrementado su capacidad de ahorro. Así, las familias extremeñas ahorran aho-
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