Las fiestas ilegales de Nochevieja afectan de forma considerable al sector extremeño de la hostelería, según denunciaron ayer desde las asociaciones regionales. Estas reconocen que en los últimos años se ha producido un importante descenso del número de cotillones de fin de año que no cuentan con la autorización de la Administración regional, pero insisten en que las macrofiestas ilegales se siguen celebrando, lo que supone "una competencia desleal para los industriales del sector que sí cumplen con los requisitos exigidos, entre ellos económicos" .

Hasta la noche de ayer, la Junta de Extremadura tan sólo había autorizado 17 fiestas de fin de año, pero, según ha podido conocer EL PERIODICO, para esta noche están programadas algunas más en los principales núcleos urbanos de la región. Gerardo Barredo, presidente de la Confederación de Asociaciones del Turismo y la Hostelería de Extremadura, asegura que se ha "luchado mucho para que se ponga una solución a todo esto, pero la verdad es que se siguen haciendo fiestas ilegales y todo el mundo lo sabe, porque, además, son fiestas que no pasan desapercibidas, ya que su aforo pasa de 100 o 200 personas" .

MAS CONCIENCIADOS Los hosteleros sí son conscientes de que se ha producido un descenso del número de fiestas ilegales en Nochevieja debido a la disposición mostrada por las administraciones y porque el público que acude a este tipo de eventos cada vez se muestra más exigente, pero inciden en que "las que se hacen no deberían llegar a celebrarse, ya que tendrían que ser prohibidas con antelación", indica Barredo.

Pero las autoridades no permanecen ajenas a todo esto. La Policía Local de varios municipios ya ha avisado de que esta noche se llevará a cabo una adecuada vigilancia para que se cumpla la normativa vigente, especialmente en ciudades como Badajoz, en donde ya se ha advertido a los promotores de una fiesta que se anunciaba en carteles y que no disponía de autorización, y en Don Benito, municipio en el que los hosteleros han sido especialmente críticos.

No cumplir con la normativa puede ocasionar multas de hasta 30.000 euros. Entre los requisitos que exige la Administración regional para la celebración de espectáculos y actividades recreativas, singulares o excepcionales, figura la contratación por los promotores de la fiesta de un seguro en función del aforo y la presentación de la licencia municipal de apertura, de un plano de situación y certificado acreditativo de la solidez del edificio y otros aspectos técnicos, como la insonorización.

Además, para fiestas de más de cien asistentes hay que contratar un servicio de seguridad, mientras que para las que cuentan con un aforo de más de 500 se requiere también que haya zona de aparcamiento. El incumplimiento de estas normas constituye una infracción grave de las tipificadas en la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana, que compete denunciar la Policía Nacional, Guardia Civil o Policías Locales.

REQUISITOS ECONOMICOS En definitiva, se trata de cumplir una serie de requisitos para procurar la seguridad de los asistentes a este tipo de actividades y que tienen un importante coste económico, por lo que, según indican los hosteleros, muchos promotores prefieren saltarse la normativa, lo que supone una considerable reducción de los gastos. En este sentido, Barredo advierte sobre un dato curioso: sólo hay una fiesta de fin de año autorizada en la ciudad de Cáceres, en el Club de Tenis Cabezarrubia, y sólo una en Plasencia, en el Hotel Alfonso VIII. No hay autorizaciones en Don Benito, Almendralejo, Villanueva de la Serena... Por el contrario la capital pacense cuenta con ocho autorizaciones.

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