La convocatoria de huelga general en los pueblos extremeños para el próximo 20 de febrero ha dividido a las organizaciones agrarias. Así, la más relevante, la Unión de Pequeños Agricultores-Unión de Campesinos Extremeños (UPA-UCE), apoya la movilización, mientras que Asaja y Coag critican la actitud de los sindicatos. En lo que sí coinciden todos es en destacar la necesidad de que las negociaciones entre el Gobierno, UGT y CCOO lleguen a buen puerto, a poder ser antes de la fecha prevista para la protesta.

Así, el secretario general de UPA-UCE, Lorenzo Ramos, asegura que su organización apoya totalmente la postura de los sindicatos puesto que, en su opinión, "el subsidio es un derecho adquirido por lo que ya pagan a la Seguridad Social" en forma de cartilla agraria (66 euros al mes). Ramos tiene claro que el Gobierno "está equivocado" porque no se puede convertir el sistema "en una especie de beneficiencia".

APOYO DEL SECTOR

Por eso, solicitarán a los agricultores extremeños que apoyen la movilización sindical, ya que "si se daña a los jornaleros también se daña a agricultores y ganaderos". En este sentido, apunta que se puede provocar que muchas personas del mundo rural, especialmente los jóvenes, se dediquen a otros sectores o incluso se marchen. "Los sindicatos tienen toda la razón, porque el Gobierno va a provocar problemas en todos los sectores del mundo rural", añade.

Por su parte, el presidente de Asaja, Angel García Blanco, reclama al Ejecutivo central que continúe adelante con las negociaciones sobre el subsidio agrario, aunque considera que los sindicatos extremeños "se están desmarcando de la realidad social" con su postura. A su juicio, en estos momentos lo más importante es "que se restablezca el diálogo social", por lo que califica la huelga del 20 de febrero de "más política que social, igual que la de junio". Aún así, García Blanco es consciente de la importancia que tiene proteger a este colectivo, "aunque hay que corregir numerosas deficiencias" que, a su juicio, presenta el actual PER.

Mientras, el secretario regional de Coag, Luis Cortés, cree que la situación generada es "el colmo del despropósito" y considera culpables en la misma medida a sindicatos y Gobierno. "Lo que hace el Gobierno no es negociar --apunta-- pero tampoco ha habido ninguna propuesta seria de los sindicatos". Asimismo, señala que la huelga "no arregla nada". Y añade: "No apoyamos la huelga, pero rechazamos la actitud del Gobierno".