La agresión sufrida el pasado viernes por el alcalde de Villafranca de los Barros, Ramón Ropero, durante una protesta contra el proyecto de la refinería provocó ayer numerosas reacciones y un duro enfrentamiento entre las diversas fuerzas políticas de la región. Tanto es así que el secretario general de los socialistas extremeños y presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, acusó a un dirigente de Nuevas Generaciones (organización juvenil del PP) de ser el máximo responsable del ataque, mientras que los populares amenazaron al alcalde villafranqués con una querella criminal si no rectifica sus imputaciones al principal partido de la oposición.

Ibarra compareció ante la prensa flanqueado por el presidente regional del PSOE, Federico Suárez, y el portavoz del partido, Francisco Fuentes. En su intervención dejó claro que Ropero no rectificará sus acusaciones contra el PP, sino que las va a ratificar "porque el que le agredió fue fundamentalmente un dirigente de Nuevas Generaciones de Villafranca". Según dijo, esto se demuestra en el vídeo de lo ocurrido el viernes tras el pleno "y está denunciado".

El dirigente socialista pidió amparo a la Justicia ante los hechos y afirmó que los que dudan de la agresión --en referencia a PP e IU-- "están amparando a los agresores".

"FRIVOLIZACION" ¿Cómo se ha llegado a esta situación? Según Rodríguez Ibarra porque los medios de comunicación "han frivolizado". A este periódico, además, le imputó ocultar información sobre "intentos de agresión e insultos gravísimos" contra el alcalde de Villafranca. También señaló que a partir de ahora el PSOE va a "esperar a que nuestros derechos estén protegidos por la Justicia". De hecho, considera que algunos mensajes transmitidos en los últimos meses están diciendo a los que se oponen a la refinería "que pueden llegar más lejos, sólo falta que nos maten". Por eso, enfatizó que ésta "es la última agresión" a un socialista.

Previamente el secretario de Comunicación del PP extremeño, Tomás Martín Tamayo, anunciaba que si en 72 horas Ropero no rectifica en sus acusaciones contra el PP presentarán una querella criminal contra él.

Tamayo quiso desvincular en todo momento a su partido de lo ocurrido y llegó a acusar a Ramón Ropero de arrastrar a su municipio "a una especie de guerra civil". Por último, puso en duda la versión oficial de los hechos y dijo que tiene "versiones contradictorias y seguramente la agresión no pasó de un empujón leve".

La delegada del Gobierno, Carmen Pereira, avanzó que la Guardia Civil ya ha puesto en manos del juez las diligencias llevadas a cabo. En su opinión lo deseable es que se reivindique libremente, pero "sin actuaciones violentas", informa Ep.

Por su parte, el coordinador regional de Izquierda Unida, Víctor Casco, condenó "cualquier tipo de violencia" pero rechazó que la Junta y la Delegación del Gobierno imputen a la plataforma antirefinería o a IU "el carácter de organizaciones violentas".

Mientras, Francisco Vázquez, alcalde de la Coruña y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, expresó en nombre de todos los alcaldes de España su más "firme condena" ante esta agresión. Según Vázquez, es "inaceptable" que "un representante de la autonomía municipal, elegido legítimamente por el pueblo, haya sido agredido a puñetazos".

También mostró su solidaridad con Ropero el secretario regional de UGT, Miguel Bernal, que tildó los hechos de "fascismo" y "nuevo gansterismo". El sindicato aprobó una resolución en la que rechaza la "grave agresión" y hace un llamamiento a las instituciones públicas y organizaciones sociales para que "no vuelva a producirse".