El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, aseguró ayer que algunos aspectos del contenido del proyecto del nuevo Estatuto de Cataluña, como la financiación, resultan "éticamente reprobables", pero se mostró "absolutamente seguro" de que el texto final será "constitucional" y no incluirá el término "nación".

Ibarra matizó no obstante que esa no es su preocupación, sino las "posiciones que mantienen algunos partidos" y que, desde su punto de vista, "no se pueden compartir". Afirmó, sobre la aprobación del Estatuto por el Parlamento de Cataluña, que entre los "partidos catalanes" ha existido "cierto error de cálculo por algunos" y cierta deslealtad por otros", pero excluyó al PSC porque, dijo, un dirigente de esta formación, cuyo nombre no precisó, ha dicho en la Ejecutiva del PSOE que no votaría "jamás algo inconstitucional".

Aclaró que los socialistas "quieren avanzar en el desarrollo del Estado autonómico", si bien opinó que determinados partidos catalanes -no el PSC- se han aprovechado de esta intención de Zapatero, al ser "desleales" y "cogerle el brazo" cuando éste les tendió "la mano".

En alusión a la posibilidad de que Cataluña sea reconocida como "nación" tras el paso del Estatuto por las Cortes, el presidente extremeño se mostró "absolutamente seguro" de que Rodríguez Zapatero "no va a permitir" esta posibilidad por cuanto "desvirtúa el artículo 2 de la Constitución y pone en cuestión lo que los españoles entendemos qué es la nación".

Para Ibarra, la inclusión del término "nación" en el artículo primero del Estatuto permite el desarrollo posterior del texto actual, lo que supone, destacó, una "coartada" pergeñada por "algunos" para, en el Estatuto, "poder decir luego lo que dicen".

Durante el encuentro en La Moncloa, el presidente del Gobierno al presidente de Extremadura "sosiego, diálogo constructivo y respeto a los procedimientos que la Constitución fija" para la reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña, según indicaron fuentes gubernamentales.

Zapatero manifestó su "compromiso personal y el de todo el Gobierno" con la España "plural y respetuosa con todas las identidades"; así como con la "España solidaria y cohesionada", capaz de combinar el respeto a las diferencias con la defensa de la igualdad de todos los españoles, así como la igualdad de los ciudadanos en derechos y servicios.

REACCIONES Las declaraciones del presidente extremeño tuvieron numerosas respuestas desde el aúmbito político. El portavoz parlamentario del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, puso en duda la seguridad expresada por el presidente de Extremadura acerca de que la reforma del Estatuto catalán no recogerá el término nación y recordó que el líder de CiU, Artur Mas, dijo "lo contrario" después de acudir al Palacio de la Moncloa hace unos días. A su juicio, según "van saliendo, van diciendo cosas distintas". "Hoy (por ayer) el señor Rodríguez Ibarra ha dicho eso y el otro día el señor Mas cuando salía del Palacio de La Moncloa, a las pocas horas decía lo contrario".

Por su parte, el secretario de Organización del PSC, José Zaragoza, aseguró que Ibarra "es un dirigente territorial singular que no representa el sentimiento mayoritario que domina en el PSOE". Zaragoza criticó que el dirigente extremeña acusara mismo al presidente del PSC y de la Generalitat, Pasqual Maragall, de "deslealtad" hacia el presidente del Gobierno por "coger la mano y el brazo" tras la promesa de éste de aceptar el Estatut que aprobara el Parlament.

Desde Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), su portavoz en el Congreso, Joan Tard, restó credibilidad e importancia a las palabras de Ibarra acerca de que el término ´nación´ se suprimirá del Estatuto catalán. Tardá se mostró convencido de que "se respetará la denominación que libremente y democráticamente han elegido los representantes del pueblo de Cataluña" y señaló que el presidente extremeño es "el pasado del PSOE". "Ibarra representa la etapa más negra de la historia del partido de Pablo Iglesias que creemos que está en fase de superación definitiva".