El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, pidió ayer a las grandes empresas vascas que operan en España y en la región, y que tienen sus intereses económicos en el País Vasco, que se pronuncien con respecto al plan Ibarretxe , ya que aseguró que ahora es el momento adecuado en el que todo el mundo debe manifestar sus posturas. Por ello, también animó a todos los ciudadanos a que denuncien un plan que calificó de "inmoral" e "injusto" y se ofreció como portavoz para difundir públicamente estas opiniones.

Para Ibarra la sociedad tiene claro que los que defienden la Constitución y los que están amenazados ya han dicho no a ese plan, pero en este momento, señaló, "queremos conocer qué piensan empresas como el BBV, las eléctricas o Eroski, por ejemplo, queremos saber de qué lado están y si les interesa más la cuenta de resultados o la decencia y la vergüenza", insistió el presidente extremeño, quien advirtió de que si pasado un tiempo prudencial no se han pronunciado, es probable que lleve a cabo "alguna propuesta que les haga tomar una decisión definitiva al respecto".

ACTOS Y DENUNCIAS

Estas manifestaciones las realizó el líder extremeño durante la inauguración de las Jornadas de Integración Cooperativa celebradas ayer en Cáceres, en donde aseguró que se trataba del primer acto público, desde que se presentó el plan Ibarretxe , en el que da su opinión, pero no será el último, pues advirtió de que desde ayer hará lo mismo en todos los actos en los que participe.

Además, indicó que la obligación de todos los ciudadanos que defienden la Constitución es denunciar esto, para que no se les tome por "idiotas", porque es una injusticia, afirmó, el que se plantee la discusión del plan que atenta contra la unidad de España, "estando sentados en una parte de la mesa aquellos que nunca han estado amenazados y en la otra aquellos que necesitan defender su libertad y su vida". En este sentido, comparó a los nacionalistas vascos con los "mafiosos de Chicago", que establecían las reglas siempre con un gánster al lado, que era quien se encargaba de matar a aquellos que no aceptasen esas condiciones.

Por todo ello, el presidente extremeño se comprometió a ser el portavoz de todos los ciudadanos que quieran manifestar sus opiniones sobre el plan Ibarretxe , para lo que ofreció su correo electrónico.

Ibarra también hizo referencia a los últimos datos aparecidos sobre los niveles de renta per cápita de las diferentes comunidades autónomas, que aseguran que el País Vasco es la primera región en renta bruta por habitante, y argumentó que si todos hubieran jugado "con la misma baraja y no hubiera cupos", no se quedaría tanto dinero en esta comunidad. Así, tachó de injusta esta situación y añadió que mientras que unas regiones discuten sobre problemas que les afectan de cara al futuro, otras --en relación al País Vasco-- "se comportan como nuevos ricos, gracias a la generosidad de todos los españoles".

Las críticas de Ibarra también se dirigieron al presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Javier Arzalluz, quién aseguró el martes que en el País Vasco existe un estado de excepción por culpa de los defensores de la Constitución.

CRITICAS A ARZALLUZ

Ante estas declaraciones, el líder extremeño se preguntó si no es un estado de excepción el hecho de que algunos ciudadanos tengan miedo a recibir "un tiro en la nuca" si hablan en contra del nacionalismo radical.

"Cualquiera puede decir eso menos el señor Arzalluz, ya que primero debería explicar si no existe estado de excepción en una región, un país o una comunidad en la que muchos ciudadanos ven escrito su nombre en medio de una diana en las calles por pensar diferente y que no pueden hablar de política por miedo a que si dan una opinión contraria al nacionalismo radical les pueden dar un tiro en la nuca", reflexionó.

Volviendo al plan Ibarretxe , el presidente de la Junta destacó que las razones que argumentan los nacionalistas persiguen alterar el mapa geográfico español y, aprovechando las jornadas sobre cooperativas a las que asistió, argumentó que los cooperativistas extremeños son personas trabajadoras que no caen en el error de "los nuevos ricos que, puesto que tienen sus problemas resueltos gracias a la generosidad de todos los españoles, ahora se permiten el lujo de discutir sobre un Estado libre o asociado o independiente".