Un incendio posiblemente intencionado, según los primeros indicios que maneja la Junta de Extremadura, arrasó en la jornada de ayer más de 100 hectáreas de matorral y arboleda en el término municipal de Cañamero, aunque el alcalde de la localidad, Carlos Bravo, consideró que las llamas pueden haber afectado a una superficie de unas 300 hectáreas.

El de Cañamero fue el más importante de los cinco incendios registrados durante el fin de semana en la región y que han calcinado más de 150 hectáreas. Ayer en Olivenza las llamas destruyeron cuatro hectáreas de matorral, la misma superficie que en Cuacos de Yuste. Anoche en Corte de Peleas ardió parte de una finca --al cierre de esta edición se desconocía la superficie quemada--, mientras que en Monesterio, el sábado, ardieron unas 30 hectáreas de encinar, jara y ventisco.

Según la Junta, en Cañamero el fuego se inició a las 11.45 horas y los efectivos del Plan de Lucha contra Incendios Forestales en Extremadura (Infoex) lograron controlarlo en torno a las 19.00, aunque anoche aún no se había extinguido. Las llamas avanzaron desde tres frentes diferentes, dos de los cuales se unieron por la antigua carretera a Berzocana y el tercero surgió en las inmediaciones de la nueva vía de acceso a esta localidad.

En las labores de extinción intervinieron cuatro helicópteros, ocho camiones, ocho retenes y tres vehículos ligeros del Plan Infoex, así como dos helicópteros y cuatro retenes pertenecientes a la BRIF de Pinofranqueado, dos hidroaviones con base en Talavera la Real, un Kamov de gran capacidad y una unidad de meteorología, todos pertenecientes al Ministerio de Medio Ambiente.

El incendio de ayer volvió a rescatar de la memoria de los vecinos de Cañamero las imágenes del pasado verano, cuando las llamas arrasaron de un plumazo unas 12.500 hectáreas en las comarcas de Ibores y Las Villuercas. Además, como entonces, detrás de este siniestro puede estar la mano del hombre.

El alcalde de Cañamero afirmó que "no cabe duda que ha sido provocado. El motivo no lo sabemos". En este sentido, hizo un llamamiento a la ciudadanía "porque no se puede permitir que un indeseable se pueda cargar una de las zonas más bonitas de Extremadura".

Carlos Bravo manifestó que la rápida intervención de los bomberos y la ausencia de viento facilitaron las labores de extinción, y pidió que se dote a la zona de mayores medios, incluso de una base estable para hacer frente de forma más rápida a los incendios que se producen.