Las industrias extremeñas no tendrán problemas para cumplir el protocolo de Kioto, ya que la asignación de derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2), es suficiente para cubrir sus necesidades, según explicó ayer --día en que entró en vigor el acuerdo-- a EL PERIODICO el consejero de Agricultura y Medio Ambiente, José Luis Quintana. De este modo, ninguna de las seis instalaciones ubicadas en la región que se ven afectadas por el acuerdo tendrá que recurrir al mercado de compraventa de derechos de emisión, lo que podría lastrar su actividad, ya que cada tonelada de gas contaminante cuesta diez euros.

Quintana manifestó que esto se debe a que las industrias extremeñas no están encuadradas en los sectores más castigados por el protocolo, que serán, sobre todo, las de generación eléctrica a partir del carbón, a las que se ha recortado de manera mucho más drástica su posibilidad de contaminar.

En cuanto a la cementera del Grupo Gallardo, no incluida en el listado de asignación de emisiones al no haber iniciado aún su actividad, y que emitirá unas 700.000 toneladas anuales de dióxido de carbono, el consejero comentó que ya ha habido conversaciones con el Gobierno para que cuente con suficientes derechos con cargo a la reserva nacional de emisiones. De este modo, el responsable extremeño de Medio Ambiente ratificó lo dicho el lunes por el consejero delegado del grupo industrial, Juan Sillero, quien aseguró que la cementera tendría dichos derechos de manera gratuita.

En cuanto al hecho de que esta planta se comería gran parte de la reserva (algo más de un tercio), asignada a todos los sectores industriales de España, y que no llega a dos millones de toneladas por año, Quintana reiteró que contará con derechos suficientes, y añadió que el Gobierno central ya ha iniciado conversaciones con los de otros países para la compra de derechos, que pasarían a engrosar la reserva nacional.

POSICION DE VENTAJA Por otro lado, el consejero, que ayer participó en Madrid en el acto de conmemoración de la entrada en vigor del protocolo, aseguró que Extremadura entra en dicho acuerdo en unas condiciones ventajosas para combinar empleo y desarrollo sostenible.

El titular extremeño de Medio Ambiente recordó que el cambio climático será probablemente el mayor problema medioambiental del mundo en unos años y que tendrá conclusiones terribles. "Nos exponemos a cambios peligrosos en la agricultura, a la aparición de nuevas enfermedades, etcétera, pero aún estamos a tiempo de tomar medidas", explicó. Asimismo, señaló que el protocolo ayudará a la región a preservar su medio ambiente, ya que entra en el acuerdo en una situación medioambiental más favorable que otras zonas, pues sus indicadores medioambientales "son excelentes".

"Tendremos una industria naciente a la que le resultará más fácil adaptarse a los indicadores de Kioto y debemos estar acostumbrados a que toda la nueva industria debe ser respetuosa con el medio ambiente", concluyó el consejero.

Por su parte, y en el mismo acto, el presidente del Parlamento Europeo, José Borrell, aseguró que la entrada en vigor del protocolo es "un mérito" de la UE, y abogó por mantener la presión sobre Estados Unidos para que asuma también compromisos para limitar sus emisiones contaminantes.

Borrell aseguró que la UE es "muy sensible" a los efectos del cambio climático y lamentó que la administración estadounidense haya considerado "inaceptable" el coste económico que supondría cumplir el acuerdo. También observó que un ciudadano de Estados Unidos emite de media 20 toneladas de dióxido de carbono al año, un francés seis, un indio una tonelada y un africano 0,9.

A su juicio, los países industrializados son los que tienen la responsabilidad "histórica" de las emisiones contaminantes.