La humanización del parto, el método canguro , el proyecto Mimosas o el impacto de la inmigración en los sistemas sanitarios pusieron ayer un poco de experiencia vital en un congreso cargado de ponencias sobre los temas más candentes de la política sanitaria. Una mesa de las más variadas de la primera jornada congresista, que puso de relieve la importancia de problemas sociales como la inmigración y las preocupaciones personales de las embarazadas, bajo un título que solo escucharlo se terciaba de lo más humano: Pequeñas cosas, grandes detalles .

El desarrollo sanitario ha humanizado el parto y ha mejorado el apego del recién nacido con sus padres. De esto hablaron dos profesionales del Hospital Vall d´Ebron de Barcelona y Alto Deba de Guipúzcoa. El método canguro , causante de este mayor apego demostrado en el hospital catalán, consiste en colocar al bebé desnudo sobre el pecho de su madre o padre nada más nacer. Fomenta así el desarrollo del bebé y la confianza de los padres. El acompañamiento a la mujer en el momento del alumbramiento, un entorno más armónico y cálido y una atención especializada convierten el hecho de dar a luz en el hospital guipuzcoano en una "experiencia única" en cada mujer.

La reflexión sobre la inmigración por el gerente del hospital universitario de Gran Canaria Dr. Negrín, Eduardo Estáun, ahondó en los problemas de salud que sufren los que emigran de sus países, principalmente provenientes de Europa, Africa y América. "Son personas con características que los hacen distintos en el sistema sanitario y que exige una atención novedosa", aseguró el responsable recién llegado de uno de las ciudades que más sufre el drama de la inmigración.

Otro drama de nuestra sociedad es el cáncer, una de las principales causas de mortalidad. De esto habló ayer la presidente de la Asociación Oncológica Extremeña que impulsó el desarrollo de la Finca las Mariposas, en el valle de Ambroz, un lugar de reposo para enfermos y sus familiares donde "curar el alma" y alejarse de los hospitales.