El Salafismo Combatiente es la punta de lanza del terrorismo islámico, pues sus seguidores son mayoría entre los terroristas que pertenecen a la organización Al Qaeda de Osama bin Laden. El salafismo es la más radical de todas las corrientes islamistas. Sus adeptos apuestan por la lucha armada como única vía para alcanzar sus fines y rechazan la acción política, así como al Estado en cualquiera de sus expresiones.