Lo de la política le viene a Juan Antonio Alvarez por tradición familiar, su padre militaba en el PSP de Tierno Galván, aunque su auténtico cicerone fue el secretario provincial cacereño del PSOE, Juan Ramón Ferreira, quien le introdujo de lleno en este mundo. En el 96 se afilió al Partido Socialista y tres años después se presentó a las municipales en Plasencia, su ciudad natal. Ahora, aporta juventud a la candidatura socialista al Congreso.

--En esta candidatura se mezclan personas jóvenes y sin experiencia, como es su caso, con otras de dilatada trayectoria en el Congreso.

--Zapatero dice que somos el partido que más se parece a España y yo he dicho cuando hemos hecho la precampaña para presentarnos en la provincia que somos la candidatura que más se parece a Cáceres. Esta candidatura está muy compensada territorialmente porque hay gente de varios sitios y, efectivamente, tiene algo fundamental, hay experiencia y gente que lleva años en política y en tareas de gobierno, pero también hay gente que representamos el nuevo impulso del PSOE desde que Zapatero es su secretario general. En ese sentido, creo que podemos aportar ese granito de aire fresco y nuevo al partido.

--¿Cuáles son sus claves para convencer al electorado que todavía se encuentra indeciso?

--Primero y fundamentalmente les diría que observaran el talante del PP, un partido que nos ha dado una lección de intolerancia y prepotencia, que gobierna tratando de despreciar a la oposición y al ciudadano. Frente a eso tienen a un candidato de consenso, José Luis Rodríguez Zapatero, que es creíble, que utiliza la palabra y es dialogante. La segunda clave es el programa del PSOE, ambicioso, innovador y realista, para una España moderna, tolerante y abierta. En estos días el PSOE ha ido desgranando su programa y la gente conoce sus propuestas, mientras que del PP sólo se conoce lo que opina de las nuestras. Todo esto ha puesto en evidencia que el PSOE es el partido que tiene imaginación y que posee un equipo profesional capaz de plasmar esas propuestas. Por último, le diría a ese electorado que, en definitiva, el Partido Socialista quiere un gobierno con los ciudadanos, que cuenta con ellos y que les rendirá cuentas.

--Haciendo referencia a su profesión, ¿considera que hay que modificar los cimientos sobre los que se ha asentado el país en los últimos años?

--No hay que cambiar los cimientos, es decir, España es desde hace muchos siglos más que un país una historia compartida, es una mezcla de culturas y de pueblos que han sabido convivir siempre. Pero sí creo que hay que reformar la casa, que además nos ha servido magníficamente en esta transición democrática. La familia ha crecido, los tiempos han cambiado, hay grandes avances tecnológicos, los jóvenes tienen otra forma de vivir a la de hace 25 años y desde luego España tiene que adaptarse a ese momento. No se puede permanecer con un tren anticuado cuando la vía por la que va el tren puede desarrollar velocidades mucho más altas. Tenemos la capacidad, los medios y gente para que este país sea mejor.