¿Sabes con cuántas provincias españolas limita Extremadura? ¿Cuántas veces la extensión de España es más grande que Extremadura? ¿De dónde procede un chinato? ¿Y dónde se ubica el pico Calvitero, la mayor altura de la región? ¿Le suena el jerimoje? ¿Y el zorongollo? ¿Sabes cuántos pantanos hay en Extremadura? ¿Y de dónde se abastece su pueblo?... Todas estas preguntas pertenecen a uno de los primeros libros de actividades dedicados en exclusiva a la región, Extremadura en la escuela. Lo elaboró un grupo de docentes comprometidos (Miguel Caballero, Jacinto Gallego, Santos Sánchez, Francisco Sánsón y Francisco de J. Valverde) que impulsó la Semana de Extremadura en la Escuela y fue editado por el Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de Extremadura y la Caja de Ahorros de Plasencia en el año 1985.

La escuela era el laboratorio perfecto para conseguir hacer región y promover el sentimiento de identidad regional y los docentes, los científicos encargados de conseguirlo. Por ello, entre sus tareas estaba la de generar material y recursos didácticos para poder trabajar en el aula en una época en la que no se hablaba de internet ni de nuevas tecnologías. «Ese es el flanco débil del proyecto; la escasez o inexistencia de materiales que pudieran contribuir a la expansión del movimiento y a suministrar ideas a profesores y a alumnos ha sido su más preocupante carencia», escribió en 1992 Florentino Blázquez, director del ICE en aquella época. «Tampoco teníamos la capacidad de reproducción que hay ahora», recuerda hoy Miguel Caballero, coordinador regional durante 17 años.

Por eso, además de ese manual editado en el 85, que estaba dedicado al ciclo medio de la EGB (de 3º a 5º) y otro libro anterior para primer ciclo de la EGB, la Semana de Extremadura en la Escuela ideó un concurso de unidades didácticas para motivar al profesorado a generar contenidos. «Se premiaban las mejores cada año, pero la restringida tirada de esas unidades didácticas que se publicaban no permitía más que el acceso de uno o dos ejemplareas por centro. Era insuficiente», recuerdan.

De recopilar todo ese valioso material de la época se está encargando ahora otro entusiasta de los libros que también trabaja para volver a impulsar la identidad extremeña en las aulas, Manuel Trinidad. Es además autor del blog Biblioteca Virtual Extremeña y desde que se incorporó al grupo de Facebook que promueve la recuperación de la semana extremeña en los colegios, ha estado investigando por diversas bibliotecas para recopilar las publicaciones sobre este tema. Su argumento es claro: «si no hay una base educativa desde la infancia que estime y valore las cosas de Extremadura de nada valdrá que yo suba muchos libros extremeños a internet, porque al final a nadie le interesará ni se creará esa conciencia regional que haga que los niños valoren su tierra y de mayores puedan tenerle un mayor apego», señala.