Dos docenas de huevos y 80 euros de donativo a las monjas Clarisas para nada. La lluvia puso las cosas en su sitio. Empezó a caer y Manuel Marín se dio cuenta de que la fiesta se le pasaba por agua. Sus planes de llevar la celebración del 30º aniversario de las primeras elecciones democráticas a la calle quedaron frustrados y tuvo que improvisar el acto en el hemiciclo. Acertaron las Clarisas al desoír la petición de buen tiempo de Marín. La mayoría de los invitados coincidió en que el Congreso era el marco más adecuado.

Los más consternados fueron los miembros del servicio de limpieza de la Cámara, que lo habían dejado todo como una patena. Bajo la carpa que cerraba la Carrera de San Jerónimo quedaron, ya inútiles, cientos de sillas, una tribuna para los Reyes y una megapantalla en la que estaba previsto proyectar el vídeo conmemorativo. Los encargados de las tareas de limpieza, a lustrar los bronces del interior, y a secar el agua que los pies dejaban a su paso por el pasillo de entrada.

Ahí se encontraron, por casualidad, Manuel Fraga y Anxo Quintana, cuyas diferencias ideológicas no impidieron un cordial saludo. Ya en los escaños, cada oveja con su pareja. Marcelino Camacho no se separó de su Josefina. Y Nicolás Redondo y Pablo Castellanos tuvieron ocasión de repasar los malos ratos que le dieron a Felipe González, desde fuera y dentro del PSOE, respectivamente. En la tribuna de invitados, José Montilla y Emilio Pérez Touriño ocupaban la primera fila, que para eso eran los dos únicos presidentes de autonomías históricas. Faltaron Juan José Ibarretxe y Manuel Chaves. Por su parte, Alberto Ruiz-Gallardón y Juan Carlos Rodríguez Ibarra no pararon de hablar, mientras Cándido Conde-Pumpido permanecía desparejado a su lado. Esperanza Aguirre no acudió, ni como presidenta autonómica que es en la actualidad ni como presidenta del Senado que fue.

Lógicamente tampoco estuvo Antonio Tejero y la suya fue una ausencia agradecida. El vídeo conmemorativo recordó el intento de asonada del golpista. En concreto, se proyectó el momento de los tiros y aquel escalofriante "¡Todos al suelo!". A los fotógrafos les faltó tiempo para apuntar con sus objetivos a las muescas que conserva la cúpula de la Cámara y que son la atracción de los visitantes en las jornadas de puertas abiertas que comienzan hoy.

Parejas imposibles

La recepción posterior sirvió la imagen de parejas imposibles. El dirigente de UPN Jaime Ignacio del Burgo tenía mucho interés en mantener un aparte con el socialista José Blanco. Más después de haber oído a Zapatero zafarse de la prensa asegurando que los pactos para el Gobierno de Navarra "están en manos de Blanco". "Tenemos que hablar de lo de Miguel", insistía el navarro, en alusión a Sanz, el presidente de su comunidad.

Poco más allá, Solbes descartaba con calma la invitación a prorrogar las cuentas del 2007 porque "elaborar los presupuestos", pese a ser un trabajo ímprobo, "es la obligación de un Gobierno". López Aguilar lamentaba haberse quedado sin el Gobierno de Canarias. Los ministros evitaban a la prensa, y la mayoría se entregaba al canapé. Y es que la política, pasados 30 años, no ha cambiado tanto.