El Ministerio de Medio Ambiente ha solicitado al Grupo Gallardo que explique por qué se propone construir una refinería en el interior y no en la costa. Esa pregunta al promotor forma parte de un informe que el ministerio ha elaborado después de haber hecho una ronda de consultas entre instituciones y asociaciones de la región. En esa ronda, Medio Ambiente les ha pedido sugerencias sobre la planta y, una vez recogidas (han sido casi 3.000), las ha resumido en un documento y se lo ha hecho llegar al grupo industrial extremeño. En el informe, el ministerio indica concretamente que Refinería Balboa debe presentar "como mínimo una alternativa de ubicación en zona costera" y posteriormente justificar "ambiental y energéticamente" la alternativa seleccionada, teniendo en cuenta el transporte del crudo y los derivados, así como las infraestructuras que son necesarias para ello y la energía consumida en el transporte.
Estas peticiones se basan en el hecho de que, con el proyecto actual, el crudo llegará desde el puerto de Huelva, al nivel del mar, y tendrá que ser trasladado 200 kilómetros a través de un oleoducto hasta las inmediaciones de Los Santos de Maimona, que está a más de 400 metros sobre el nivel del mar. Lo que le preocupa a Medio Ambiente es que este proyecto obliga no sólo a construir el oleoducto, sino a consumir energía y a producir contaminación al tener que bombear, salvando ese desnivel, los seis millones de toneladas de crudo anuales que procesará la refinería .
CENTRALES TERMICAS El documento que recoge las sugerencias enviadas al ministerio por los organismos citados es un trámite previo a la elaboración del estudio de impacto ambiental. Solo cuando dicho estudio esté concluido y presentado se abrirá el periodo de información pública y podrán presentarse alegaciones sobre ese proyecto.
Otro apartado del informe remitido al Grupo Gallardo indica que cuando evalúe la emisión de gases de efecto invernadero deberá tener en cuenta no solo los que produzca la refinería, sino también las emisiones de las industrias auxiliares asociadas a la refinería, el impacto del desarrollo urbanístico estimado como consecuencia de la incidencia socioeconómica de la planta y, además, los efectos sumados de las tres centrales térmicas proyectadas en el entorno (La Zarza y las dos de Alange). Asimismo, indica que, a la hora de valorar la difusión de los gases contaminantes, tendrá que realizar un estudio de afectación que contemple un radio de 20 kilómetros alrededor de la industria y calcular la posible emisión en caso de accidente.
Las mediciones sobre velocidad y dirección de los vientos deben durar al menos un año y ser validadas por el Instituto Nacional de Meteorología.
COMPARAR CON PUERTOLLANO En otro momento del informe, Medio Ambiente pide al Grupo Gallardo que establezca una comparación con Puertollano en cuanto a "incidencia real de una refinería sobre los cultivos de la zona, especialmente vid y olivo, así como en la producción de vino y aceite y en la generación de olores".
Este estudio debe incluir también el impacto de la planta sobre las actividades económicas de la zona, "en especial sobre la actividad agropecuaria y el turismo", con un capítulo específico para las producciones de vid y olivo y la incidencia sobre las denominaciones de origen.
Por lo que se refiere a las infraestructuras asociadas, principalmente el oleoducto que traerá el crudo desde Huelva y el poliducto que distribuirá los derivados del petróleo, Medio Ambiente anuncia que no dará permisos para la afección de espacios naturales como Sierra de Aracena y Picos de Aroche, Sierra Norte de Sevilla, Dehesas de Sierra Morena, Dehesas de Jerez y Sierras Centrales y Embalse de Alange, entre otros.
Asimismo, tendrá que realizarse un estudio minucioso de los terrenos por donde discurran los dos oleoductos con el objeto de evitar filtraciones a los acuíferos en el caso de un derrame provocado por la rotura de los conductos. En este mismo sentido demanda un cálculo del volumen que podría verterse si se rompe el oleoducto, especialmente en el trazado que discurra por zonas protegidas o acuíferos.
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